Los pasos hacia un ser cada
vez más humilde están reflejados en el
proverbio árabe que dice que nacemos niños para
convertirnos en camellos, para convertirnos en
leones y finalmente para volver a ser niños.
Niño que ya no tendrá nada que ver con el
primero.
¿Qué pasa con la humildad? Todo
depende de la etapa en la que nos encontramos.
La consciencia de reconocerse inferior pertenece
a la etapa de camellos, que es cuando perdemos
la inocencia y tenemos que potenciar nuestras
capacidades de supervivencia para cruzar el gran
desierto en donde la personalidad se forma.
Entonces reconocer nuestras incapacidades para
subsanarlas y poder con todo lo que vamos a
exigirnos es una obligación para quienes quieran
evolucionar y dar un paso importante de crecida
de consciencia.
La actitud de reconocerse
inferior y aquí no pasa nada es la actitud por
excelencia que lleva a la no-evolución, es la
respuesta polarizada a toda las enseñanzas de
antes que rige muchos sistemas educativos de
hoy. Existe un momento en el crecimiento hacia
león en donde "mea culpa" es muy importante.
Responsabilizarse del camino para llegar hasta
donde podemos descubrir que ya somos capaces de
reclamar todo nuestro potencial como seres
universales, necesita una dosis elevada de
auto-crítica. El próximo paso consiste en
transformar la consciencia de limitación que
sólo se puede hacer cuando el camello llega al
otro lado del desierto y se da cuenta que
necesita ser algo más. Aún muchos nos
encontramos aquí porque aún ese camello sigue
pensando que no se puede convertir en león.
Esto pasa cuando convertimos el
vergel conquistado en más desierto. Pero el
nuevo paradigma está permitiendo que nos
reconozcamos regentes y reclamemos nuestro lugar
perfecto. En eso estamos.
La Humildad llevada a una octava
más es imposible si antes no hemos podido
reconocernos perfectos. No se es Humilde si uno
es incapaz, sólo se es incapaz. La Humildad
viene cuando somos capaces y no nos
vanagloriamos.
Una vez que tenemos conquistado
el lugar preciso de nuestro aquí y ahora, que
para mí es el león ya que sólo podemos reinar
sobre nosotros, cuando reconocemos el sitio y el
momento siempre, es imprescindible ser humilde
para utilizar todas las herramientas
abiertamente, sin darse importancia, estando
como las flores del campo para cualquiera que
pase y necesite. Entonces volvemos a ser
niños...
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