Producen gran cantidad de POR (Orgón Positivo), anulando y disolviendo el Orgón negativo (DOR), y disminuyendo considerablemente el efecto de muchas radiaciones, ondas electromagnéticas y demás productoras de DOR.
Es por tanto que los orgonites absorben y reciclan la energía presente en el medio ambiente.
Su uso es muy simple, se coloca en una parte de la casa u oficina y se deja actuar sin más preámbulos.
No necesitan mantenimiento, como en el caso de los minerales, manteniéndose en perfectas condiciones todo el tiempo durante muchos años.
Los orgonites actúan como equilibradores energéticos, protegiendo de la contaminación electromagnética de nuestros días, aumentando la vitalidad y mejorando el estado emocional de aquellos que estén a su alcance directa e indirectamente.
El orgonite en si no es ningún acumulador, sino más bien un transformador o transmutador energético, proporcionando una constante limpieza etérica y protegiendo de la contaminación electromagnética. Se le atribuyen males como el cáncer, insomnio, fatiga, cambios de conducta, irritabilidad, depresión, y un largo etcétera.
Un efecto bien documentado es la apatía y la depresión que estas antenas causan que, junto con el flúor en el agua, se ocupan de mantener a la población pasiva y sin esperanza o ganas de luchar por nada.
La orgonita no sólo protege, sino que revierte estas radiaciones a orgón positivo, convirtiendo cada antena tratada (gifteada) en una fuente vital y por consiguiente en una mejoría de la salud de todos los habitantes de la zona saneada.
En el orgón positivo, realmente la carga eléctrica de esa materia es negativa. El término positivo hace referencia a sus efectos beneficiosos y no precisamente a la cuestión técnica de dicha carga eléctrica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario