Muchas nos pasa o nos pasó alguna vez. Nadie zafa de algún vínculo
en el el otro nos puede. Tiene influencia sobre nosotros, nos induce a
tomar decisiones, impone su voluntad sobre la nuestra. Y lo peor es que,
la mayoría de las veces, ¡no nos damos cuenta!Es que "el
manipulador consigue sus objetivos mediante la seducción. Dirige la
voluntad de la víctima, abusando de su sensibilidad y vulnerabilidad",
dicen la psicóloga Gloria Husmann y la socióloga Graciela Chiale,
autoras del libro "La trampa de los manipuladores", de la Ed. Del Nuevo
Extremo.
"La manipulación es siempre una agresión hostil", aseguran. Es un ejercicio solapado, tortuoso, arbitrario y abusivo del poder. "Por medio de la manipulación, un individuo puede destruir a otro, dado que se trata de una verdadera intrusión en su psiquismo.
¿Cómo advertir que estamos bajo la influencia de un manipulador?
Agarrá un cuaderno y anotá. Reflexioná sobre algunas cuestiones que proponen Husmann y Chiale en su libro. Tratá de responder con sinceridad para mejor el resultado de esta autoevaluación.
* No soy tan espontánea como antes.
* Siento que he perdido el entusiasmo.
* En su presencia, no puedo sentirme relajada.
* Siento que he perdido la confianza en mí misma.
* Me siento en un estado de confusión.
* Padezco una sensación de carencia o vacío interior.
* Me desconozco a mí misma.
* Siento ansiedad y/o frustración.
* Dudo lo aceptado de mi propio pensamiento.
* Me siento en un círculo vicioso de pensamientos culpógenos.
* Siento que he perdido la aptitud para ocuparme de otras relaciones interpersonales.
* Siento una voz crítica interior de autocensura.
* Siento deseos de escapar. Tengo la sensación de estar como congelada, paralizada.
* Tengo temor a enloquecer.
Si te ves reflejada en la mayoría de las afirmaciones, estás en zona de riesgo.
¿Qué signos hablan de un manipulador?
Muchas veces no nos permitimos pensar mal de personas que queremos. Pero, sabemos, hay vínculos que no nos hacen bien. A solas, animate a pensar si detectás estas actitudes en esa relación que sentís que te hace mal.
* Me descalifica/desmerece.
* Me critica abiertamente.
* Me critica solapadamente.
* Manifiesta explosiones de ira.
* Me trata con total indiferencia.
* Me trata con prepotencia.
* Se burla de mí frente a otros.
* Se burla de mí cuando estamos a solas.
* Me trata de tonta cuando no adivino lo que necesita.
* Me obliga a hacer cosas que no haría por propia decisión.
* Me empuja.
* Me acusa con reproche silencioso.
* Me intimida.
* Me ataca ante el más mínimo error de mi parte.
* Me golpea.
* Me amenza.
* Me chantajea.
Si te sentís identificada, buscá ayuda. Aunque transitarlo sea doloroso, redefinir o romper ese vínculo seguro te hará mejor. Empezá por decir BASTA adentro tuyo y será el primer paso para soltar y terminar con esa relación que te lastima.
"La manipulación es siempre una agresión hostil", aseguran. Es un ejercicio solapado, tortuoso, arbitrario y abusivo del poder. "Por medio de la manipulación, un individuo puede destruir a otro, dado que se trata de una verdadera intrusión en su psiquismo.
¿Cómo advertir que estamos bajo la influencia de un manipulador?
Agarrá un cuaderno y anotá. Reflexioná sobre algunas cuestiones que proponen Husmann y Chiale en su libro. Tratá de responder con sinceridad para mejor el resultado de esta autoevaluación.
* No soy tan espontánea como antes.
* Siento que he perdido el entusiasmo.
* En su presencia, no puedo sentirme relajada.
* Siento que he perdido la confianza en mí misma.
* Me siento en un estado de confusión.
* Padezco una sensación de carencia o vacío interior.
* Me desconozco a mí misma.
* Siento ansiedad y/o frustración.
* Dudo lo aceptado de mi propio pensamiento.
* Me siento en un círculo vicioso de pensamientos culpógenos.
* Siento que he perdido la aptitud para ocuparme de otras relaciones interpersonales.
* Siento una voz crítica interior de autocensura.
* Siento deseos de escapar. Tengo la sensación de estar como congelada, paralizada.
* Tengo temor a enloquecer.
Si te ves reflejada en la mayoría de las afirmaciones, estás en zona de riesgo.
¿Qué signos hablan de un manipulador?
Muchas veces no nos permitimos pensar mal de personas que queremos. Pero, sabemos, hay vínculos que no nos hacen bien. A solas, animate a pensar si detectás estas actitudes en esa relación que sentís que te hace mal.
* Me descalifica/desmerece.
* Me critica abiertamente.
* Me critica solapadamente.
* Manifiesta explosiones de ira.
* Me trata con total indiferencia.
* Me trata con prepotencia.
* Se burla de mí frente a otros.
* Se burla de mí cuando estamos a solas.
* Me trata de tonta cuando no adivino lo que necesita.
* Me obliga a hacer cosas que no haría por propia decisión.
* Me empuja.
* Me acusa con reproche silencioso.
* Me intimida.
* Me ataca ante el más mínimo error de mi parte.
* Me golpea.
* Me amenza.
* Me chantajea.
Si te sentís identificada, buscá ayuda. Aunque transitarlo sea doloroso, redefinir o romper ese vínculo seguro te hará mejor. Empezá por decir BASTA adentro tuyo y será el primer paso para soltar y terminar con esa relación que te lastima.
El manipulador
El término manipulador puede abarcar una categoría de desorden psíquico, susceptible de afectar a individuos de todos los orígenes sociales. El manipulador puede aparecer como simpático o no, incluso como una víctima. Parece que cada uno es más o menos manipulador en el curso de su vida.De acuerdo a estas definiciones, se pueden distinguir diferentes tipos de manipuladores: aquellos que utilizan a otros sin remordimientos, con un objetivo narcisista de poder, de estafa comercial o con mala intención. Pueden apoyarse en la mentira o en la seducción, incluso en la coacción por la amenaza o la fuerza, o incluso desestabilizando a su víctima por la doble coacción. La manipulación psíquica puede ser una de las herramientas de ciertas formas de tortura.
Puede tratarse de un comportamiento entendido como desviado o perverso, de un desorden de la personalidad, cuyas causas se remontan a la infancia o a la educación del manipulador, por ejemplo, si él mismo ha sido manipulado por sus padres o educadores. Los psicólogos se ven frecuentemente confrontados a comportamientos manipuladores en los sistemas familiares o socio-profesionales.
La manipulación mental podría ser una forma particuliar de egoísmo. A menudo el manipulador demanda de los demás un comportamiento socialmente aceptable, sin adecuarse ellos mismos. Se apropia de las ideas de otro, intentando inversamente hacer tomar por otro sus propias responsabilidades. Los argumentos de un manipulador parecen siempre, a primera vista, lógicos y morales. Habitualmente, utiliza pretextos tales como que la norma, el « buen comportamiento » que se debe tener en la sociedad o el grupo, sabiendo utilizar los puntos débiles de los otros, haciendo por ejemplo que se sientan ridículos, culpables o heridos en su pudor, lo cual los ubica o mantiene en una situación mental favorable a la manipulación.
La manipulación mental se apoya de manera recurrente en diversos registros:
- El registro emocional ; el miedo, la angustia, la vergüenza, el pudor, la timidez, la esperanza, la necesidad de reconocimiento y de justicia, la confianza, el lazo familiar, laamistad, la necesidad de amor, el deseo, la conciencia profesional... son sentimientos que pueden ser explotados por el manipulador.
- La explotación del sesgo cognitivo por informaciones falsas, las simplificaciones o jerga retórica y los sofismos o las órdenes paradojales.
- Presiones físicas o psíquicas, repetidas o continuas, individuales o en una dinámica de grupo que el manipulador busca controlar.
- El mantenimiento de roles de tipo chivo expiatorio, donde un grupo se convierte en "perseguidor" de una víctima que el manipulador mantiene aislada con el apoyo más o menos inconsciente o consciente del grupo.
- El registro de la dominación que se desarrolla en el miedo y los principios de « recompensa », « castigo » y de sumisión.
- La depresión, que puede ella misma resultar de la manipulación mental.
- Un shock traumático y las situaciones de pérdida de referencias (pérdida de padres, muerte de uno o varios próximos, ruptura, divorcio, pérdida del empleo, exilio, atentado, violación, prisión, situación de guerra, enfermedad, acusaciones graves e injustas, incitaciones a la violencia, etc.).
- Un trauma reprimido que haya tenido lugar en la infancia (teoría Freudiana / Jungiana) .
- Una esquizofrenia o esquizoidea del individuo.
- Ciertas sustancias químicas, drogas, medicamentos o toxinas, incluyendo el alcohol, que atenúan la lucidez y parecen poder volver a los individuos más vulnerables a la manipulación mental, al menos provisoriamente.
- La edad: los niños y los jóvenes son reputadamente más influenciables y, por tanto, potencialmente manipulables, pero las personas mayores (especialmente las dependientes) también pueden ser sensibles a los argumentos fundamentados en el miedo, la dependencia, la muerte, etc.
- La devoción: alguna afición o fanatismo especial de los individuos que los mantenga sumisos a la voluntad de un manipulador que aparenta conocer mucho o ser un erudito del tema de devoción
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