La actividad de Inquinosa acumuló miles de toneladas de sustancias tóxicas.
Mariano Polanco, Ecologistas en Acción de Sabiñánigo. Revista El Ecologista nº 74.
Resulta increíble que uno de los casos más graves de contaminación de
Europa occidental sea tan desconocido y que pasados 37 años desde el
comienzo de los vertidos, los focos sigan activos y la situación sea
cada día más peligrosa.
A Rosa Paradinas y a los compañeros de Ecologistas en Acción
de ADEPA, que a pesar de las amenazas, agresiones e incomprensión de
nuestros vecinos, lucharon hasta acabar con la nefasta actividad de
Inquinosa. Aún seguimos reclamando la descontaminación integral de
nuestro pueblo.
El lindano es el nombre comercial de un organoclorado de fórmula
genérica C6H6Cl6, en concreto el isómero
gamma-1,2,3,4,5,6-hexaclorocicloexano, que se utilizó como insecticida
en agricultura, para el tratamiento de piojos y sarna en humanos y
contra parásitos en ganadería. Por sus efectos secundarios, la toxicidad
de sus residuos y lo peligroso del proceso de obtención están
prohibidas su fabricación y comercialización en la Unión Europea.
La fábrica de Inquinosa, instalada en Sabiñánigo (Huesca), produjo
lindano durante 14 años, desde 1975 hasta 1989, cuando la Consejería de
Ordenación del Territorio del Gobierno de Aragón le comunicó el cese de
la actividad. Pero en realidad funcionó hasta 1994: con la excusa de la
molienda y envasado de producto recibido desde Francia la planta siguió
realizando extrañas actividades hasta su clausura.
Con el lindano todo es controvertido
Los residuos industriales suelen ser una fracción del proceso de
transformación, pero en la producción de lindano sucede lo contrario. Se
obtiene por la reacción de cloro y benceno actuando como catalizador
los rayos ultravioletas. La reacción tiene un rendimiento del 15% de
lindano y los residuos, el 85% restante, se componen de otros isómeros y
toda una serie de organoclorados procedentes de reacciones de los
productos iniciales y de las impurezas del benceno. La reacción da un
producto pulverulento del que debe extraerse el lindano para
comercializarlo con una pureza del 99%; para lo que es necesario
disolver el producto en metanol y tras procesos de filtraciones,
recristalizaciones y nuevas disoluciones, se obtiene por una parte
lindano y por otra sus isómeros no comerciales y un peligroso residuo
líquido de gran toxicidad, las llamadas colas de destilación.
Los residuos se abandonaban en los vertederos de Sardas y Bailín
(**ver mapa) y además se realizaron vertidos incontrolados por terrenos
de Jaca, Puente la Reina y Sabiñánigo, aún sin localizar. Además hay un
importante foco en la vieja fábrica y otro en los vertidos en el embalse
de Sabiñánigo.
¿Qué hay, en realidad, en los vertederos?
La mayor parte corresponde a los isómeros del hexaclorociclohexano
(HCH), de los que en Bailín hay unas 150.000 toneladas, en Sardas más de
120.000 y en la planta industrial una cantidad importante aún sin
cuantificar. En Bailín se vertió una cantidad indeterminada de lindano
puro durante los últimos años de actividad de Inquinosa, sobrante como
consecuencia de los problemas para su comercialización a causa del
estigma social y a la presión judicial consecuencia de las numerosas
denuncias y acciones de nuestra asociación.
Son residuos pulverulentos, poco solubles en agua, poco volátiles,
muy móviles en forma de aerosol, muy persistentes y poco biodegradables.
Los más tóxicos son los residuos líquidos que proceden de las colas de
destilación de las que se generaban 4 toneladas al día. Puede que unas
5.000 estén inyectadas en los pozos de gas improductivos del río Aurín,
una parte se exportó a Francia y el resto está en Sardas, Bailín y en
vertidos incontrolados por el territorio. Otro es el residuo líquido de
reacción de cabeza, procedente de las reacciones fallidas. Los dos
tienen un color pardo negruzco, una consistencia oleosa y son más densos
que el agua. De forma simultánea, también se vertieron los residuos
sólidos urbanos y los de otras industrias de química inorgánica y del
aluminio de Sabiñánigo. La interacción entre residuos agrava la
situación de forma considerable.
Un poco de información toxicológica
Todos los isómeros de hexaclorocicloexano son tóxicos por inhalación,
a través de la piel (se utilizó profusamente en niños y adultos contra
los piojos y la sarna) y por ingestión. En pequeñas exposiciones son
irritantes y afectan al sistema nervioso central; si la exposición es
prolongada o reiterada tiene efectos sobre la sangre y el hígado, son
carcinógenos, tóxicos para la reproducción, bioacumulativos y peligrosos
para el medio ambiente.
En los análisis de los lixiviados y los residuos líquidos se han
podido caracterizar complejos y peligrosos organoclorados, que con mayor
gravedad y menor dosis, además de producir los daños ya señalados
causan anemia hemolítica (destrucción de la sangre), graves daños en los
riñones, producen cáncer, mutaciones y afectan gravemente a la
reproducción. Aún no se conocen todos los componentes de esta terrible
papilla y además no se dispone de información toxicológica de algunos de
sus componentes, pero de lo que se tiene absoluta certeza es de la
existencia de una importante proporción de dioxinas en los vertidos, de
las que se desconoce su origen, lo que evidencia sospechosos
procedimientos no autorizados en la planta y obliga a clasificar los
vertidos como residuos de dioxinas, aumentando en extremo la gravedad
del problema.
Los peores lugares y formas para acumular los residuos
Por la ubicación de la fábrica y los vertederos pareciera que se
decidió contaminar el río Gállego para que actuase como distribuidor de
la polución aguas abajo. Ni en la peor de las pesadillas ambientales se
habría elegido tan peligrosa distribución. En Sardas se vertieron los
residuos sobre unas cárcavas de margas eocénicas hasta colmatarlas con
varios cientos de miles de toneladas de residuos de Inquinosa, urbanos y
de otras industrias químicas, ocupando una superficie de más de 30.000
m2. Rezuma continuamente lixiviados altamente contaminados con
organoclorados y a pesar de estar a 200 m del embalse de Sabiñánigo, una
gran mancha de residuo líquido libre penetra bajo las gravas aluviales
del fondo.
La planta de Inquinosa es una ruina que alberga abundantes residuos
de HCH, lindano, lodos de origen desconocido, varios pesticidas,
organofosforados y otros productos sin identificar. Al estar en una
terraza fluvioglaciar muy permeable es un constante foco de emisión de
contaminantes al embalse, con el que limita la parcela. El embalse de
Sabiñánigo recibió durante décadas los vertidos directos de las
diferentes industrias y sigue recibiendo los lixiviados de Sardas y de
la antigua planta de Inquinosa, por lo que sus lodos presentan una
elevada concentración de lindano, mercurio, arsénico, hidrocarburos
policíclicos aromáticos, etc.
En Bailín los vertidos se realizaron directamente sobre una formación
geológica constituida por estratos verticalizados de series de
arcillas, areniscas y conglomerados, orientados perpendicularmente al
cauce del río Gállego y con un alto riesgo sísmico. Lo que junto a las
discontinuidades y la alta fracturación, da lugar a varios niveles
freáticos de hasta 40 metros de profundidad que generan un flujo de
contaminación hacia el río. Se estima que esta formación alberga unas 15
toneladas del letal residuo líquido, de las que aporta unos 150 kg/año a
las aguas del cauce.
Ante esta situación kafkiana las administraciones solo han actuado
cuando han sido atropelladas por los sucesos, con elementales medidas de
emergencia, en vez de acometer un Plan Integral de Descontaminación
como exigía un estudio encargado en 1990. El Gobierno de Aragón y la
Administración estatal se embarcaron en la construcción de otro
vertedero colindante con el de Bailín, para trasladar los residuos de
este, desoyendo otra de las conclusiones del citado estudio: “El
vertedero de Bailín se encuentra en un emplazamiento en el que jamás
debió construirse y donde no es posible ninguna forma de
impermeabilización segura” e ignorando un informe de técnicos propios:
“El vertedero propuesto en su evolución acabará generando los mismos
problemas de contaminación”.
En la actualidad los trabajos de traslado están suspendidos y la UTE
que construyó el nuevo vertedero reclama en los juzgados al Gobierno de
Aragón 5,4 millones de euros, al tiempo que afirma que: “Tal como estaba
proyectado, el nuevo vertedero entraña riesgo de colapso”. Estamos muy
lejos, pues, de una solución definitiva que no entrañe graves riesgos
para el medio ambiente y la salud de las personas.
El grave problema del lindano en Vizcaya
A finales de los 50, se comenzaron a utilizar como pesticidas
los productos organoclorados. Uno de los más utilizados era el.lindano.
Químicamente es uno de los cinco isómeros del hexaclorociclohexano
(HCH), concretamente el isómero gamma.
El.lindano ha sido utilizado en agricultura, veterinaria,
e incluso en el ámbito de la salud humana porque es un insecticida
de amplio espectro (sirve igualmente para matar a insectos fitófagos
como para los parásitos de los animales). Hoy día su toxicidad
ha sido comprobada, y está siendo prohibido en varios países.
Pero las consecuencias de la fabricación de lindano no han desaparecido
El peligro del lindano procede de que, como todos los
organoclorados,
además de ser tóxico tiene la capacidad de ser almacenados
en los seres vivos (bioacumulación).
Es dañino para la salud humana y para el ambiente
El HCH se asimila ingiriéndolo, respirándolo
o tocándolo y sus efectos tóxicos dependen de la cantidad
de isómeros que lo formen y principalmente de la cantidad de isómero
gamma que contenga. Si se toma en grandes cantidades, o que no es normal,
pero puede suceder en algunos casos accidentales, el HCH provoca dolores
de cabeza, cansancio, debilidad, malestar, insomnio, diarreas, vómito
y fiebre, e incluso la muerte, si se tomara en muy grandes cantidades.
A pequeñas dosis, pero en exposiciones largas (toxicidad crónica)
causa problemas hepáticos, renales, hormonales, ginecológicos,
sanguíneos (anemias) y del sistema nervioso. Por otro lado, se ha
encontrado que en varios animales es cancerígeno, y se podría
pensar que también lo puede ser para el hombre, aunque esto no está
demostrado todavía .La OMS recomienda tratar el HCH y sus isómeros
como si fuesen cancerígenos.
Desde el punto de vista ambiental, al ser un compuesto
apolar, el HCH es lipofílico. .Además se biodegrada lentamente
y es muy estable en condiciones ambientales normales. Por lo tanto, el
HCH se almacena fácilmente en los seres vivos y en el ambiente.
El HCH ambiental se degrada casi exclusivamente mediante bacterias anaerobias.
Por lo tanto, en lugares de condiciones aerobias o de pocas bacterias anaerobias,
el HCH puede permanecer muchos años en el entorno. Si se vierte
HCH en.grandes cantidades (tal y como se ha hecho en vertederos), hacen
falta luego muchos años para que ese HCH desaparezca completamente.
A pesar de todo esto, durante muchos años no se han tomado en serio
los peligros que podía conllevar el uso del HCH y en muchos lugares,
entre ellos el País Vasco, ha sido vertido al medio ambiente sin
ningún tipo de control. Hoy día nos damos cuenta de la necesidad
de solucionar los problemas originados por estos vertidos, y de la dificultad
de hacerlo ya que, todavía no existe un proceso viable para destruir
con seguridad el lindano mezclado con tierra.
Durante muchos años, dos empresas ubicadas en Euskadi
han estado fabricando lindano: Bilbao Chemicals (Barakaldo.1947-1987) y
Nexana (Erandio 1952-1982). En estos años han estado vertiendo los
residuos de HCH sin ningún tipo de tratamiento ni medidas de seguridad...Hasta
el año 1953 en el caso de Bilbao Chemicals y el 1974 en el caso
de Nexana, todo el HCH (mezcla de varios isómeros) producido se
vendía como insecticida. Sin embargo, a partir de estos años
se comenzó a separar el isómero gamma (más efectivo)
y se empezó a vender lindano solamente. La relación entre
producto comercial y residuos es de 1:9, y en consecuencia, desde que se
comenzó a separar el isómero gamma se empezaron a almacenar
numerosos residuos en los pabellones. Entonces comenzaron a verter dichos
residuos sin ningún tipo de control. Esta es la causa de que se
hayan vertido y mezclado con tierras y residuos unas 80.000 Tm, permaneciendo
en estado puro en la fábrica de Barakaldo 4.500 Tm más al
cierre de la empresa Bilbao Chemicals.
Hoy día no se produce lindano en el País
Vasco. Sin embargo, el problema no se ha solucionado con el cierre de Bilbao.Chemicals
y Nexana, ya que queda por determinar qué se va a hacer con los
residuos esparcidos alrededor de las zonas de.producción y con el
HCH puro de Barakaldo.
En particular, el problema de los suelos contaminados
con HCH no parece tener una solución clara hoy día. Se han
detectado 36 vertederos de lindano mezclado con tierra y otros residuos.
La mayor parte está en Bizkaia. Las soluciones que podrían
darse a los suelos contaminados son el cracking, la inertización
y la incineración. De estas, la última es ea única
que cumple las condiciones establecidas por las instituciones internacionales,
pero al tratarse de grandes cantidades de tierra, su costo es excesivo.
Por todo ello, se ha decidido almacenar las tierras contaminadas en una
Celda de Seguridad mientras se encuentre una tecnología adecuada.
Esta medida servirá para eliminar los daños ambientales y
de salud que podrían provocar estas tierras en el período
de búsqueda del sistema a utilizar
Un entrenador enseña lo que sabe...un MAESTRO transmite lo que es.
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