Mercurio y destrucción neuronal. DESPIERTA
Científicos de EE.UU. señalan relación entre autismo y vacunas, informa el Daily Mail
Lo anticiparon cientos de cientificos independientes en todo el mundo: "Nueva investigación estadounidense indica que la controvertida vacuna triple-viral está directamente vinculada al autismo y a enfermedades intestinales en niños", señala el Daily Mail en un articulo firmado por Sally Beck.
Hoy, un equipo de la Wake Forest University School of Medicine, en Carolina del Norte, estudia 275 casos en niños con autismo regresivo y enfermedades intestinales. Esta investigación arrojó resultados incontrastables: De 82 pruebas tomadas el 70 % son positivas: Los niños fueron vacunados contra el sarampión.
El líder del equipo, Dr. Stephen Walker, dijo que: "De acuerdo a los resultados obtenidos, todos los pacientes poseen la cepa del sarampion que les fue implantada en la vacuna, y ninguno de ellos se ha contagiado de sarampion de forma corriente".
Es decir que las cepas que producen los trastornos en los niños no son "salvajes".
"Esta investigación demuestra que en el tracto gastrointestinal de los niños diagnosticados con autismo regresivo, hay evidencia del virus del sarampión".
"El estudio publicado en el año 1998 que fue realizado por el Dr. Wakefield, es correcto".
"Aquel estudio no expresó ninguna conclusión sobre la significancia de encontrar el virus del sarampión en los intestinos, sin embargo el hecho señala una grave implicacancia de la vacuna triple viral (MMR)".
"Si así fuera el caso, y este virus persiste en el tracto gastrointestinal de algunos niños produciendo inflamación gastrointestinal y otros problemas, podríamos afirmar que existe una relacion con la vacuna".
Tras el estudio realizado en 1998 por el Dr. Wakefield, por entonces un gastroenterologo del Hospital Royal Free en Londres del norte, él y otros 12 médicos descubrieron una nueva enfermedad intestinal: La Enterocolitis Autista.
Por aquel entonces, el Dr. Wakefield expresó que, a pesar de no haber demostrado estrictamente un vínculo entre la vacuna triple víral (sarampión, paperas, rubéola) y el autismo, si existían razones para preocuparse al respecto, y que el Gobierno debería haber ofrecido la vacunas simples convencionales, en lugar de la triple RMM, hasta que se realizaran mayores investigaciones.
El documento de 1998 - y algunas "interpretaciónes confusas" sobre sus conclusiones, causaron gran revuelo y muchos padres decidieron no colaborar en la investigacion o pruebas con la vacuna triple. Lo cual llevó a muchos cientificos a realizar "ciertas retractaciones".
Sin embargo este es el segundo estudio independiente que respalda al Dr. Wakefield.
La mafia farmaceutica y el gobierno complice. Amparados por la prensa.
En el año 2001, John O'Leary, profesor de Patología en el Hospital de San Jaime y el Trinity College, Dublín, replicó las conclusiones de Wakefield.
"Este nuevo estudio confirma lo que alertamos acorde a nuestro estudio sobre niños británicos y otra vez la evidencia contradice al profesor O'Leary", señaló hace algunos dias Dr. Wakefield. "La exposición a la vacuna triple viral es la que afectó nuevamente a los pequeños. El sarampión proviene de la vacuna triple viral.
"Los niños se desarrollaban normalmente hasta que fueron inyectados. Ahora sufren autismo y una enfermedad intestinal".
"El Departamento de Salud de Inglaterra y la prensa intentaron denostar y tapar nuestra investigación. La excusa que utilizaron fue que nadie más expresaba nuestras mismas conclusiones"
Un portavoz del Departamento de Salud britanico dijo "que no había leído el informe estadounidense", pero se apresuró a insistir: "La Vacuna Triple sigue siendo la mejor forma de protección contra el sarampión, las paperas y la rubéola"
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Lizzy Daecher
BWN Patagonia
¿Qué son el mercurio y el timerosal?
El mercurio (Hg) es un metal pesado que se presenta de forma natural en el medio ambiente bajo distintas formas químicas. La forma pura, mercurio elemental,
es líquida a temperatura ambiente y se encuentra presente en
termómetros, amalgamas, etc. Las formas químicas que más comúnmente se
encuentran en la naturaleza son el mercurio inorgánico (“sales de mercurio”) y el mercurio orgánico (metilmercurio y etilmercurio).
Ciertos
fenómenos naturales como la actividad volcánica y la minería, pueden
liberar mercurio al medio ambiente, el cual puede moverse libremente
entre aire, agua y tierra. En el suelo, puede encontrarse en
concentraciones que van de 0,05 a 0,08 μg/gr y el agua de lagos, mares y
ríos puede llegar a contener 0,2 μg/L. El mercurio elemental o sus
sales inorgánicas, tras su depósito en el fondo de estas aguas, es
transformado en mercurio orgánico mediante diversos procesos biológicos.
Éste es captado por seres vivos que son consumidos dentro de la cadena
alimenticia; así se produce una acumulación de mercurio en peces y
mariscos que son ingeridos por el ser humano. Por esto, la principal
fuente de mercurio orgánico (metilmercurio) en la dieta proviene de
alimentos del mar.
El
timerosal es un componente organomercurial que contiene 50% de mercurio
y se metaboliza a etilmercurio y tiosalicilato; ha sido utilizado como
preservante en la producción de vacunas desde 1930, fundamentalmente,
para evitar la contaminación bacteriana y fúngica durante la elaboración
de las vacunas o en frascos de vacunas envasadas en multidosis.
¿Cómo afecta el mercurio al ser humano?
La toxicidad del mercurio depende de su forma química, dosis y tiempo de exposición. En el caso del mercurio elemental la
toxicidad ocurre por vía inhalatoria mediante aspiración de vapores,
situación relativamente frecuente en el área de la minería. El mercurioinorgánico presente
en cremas, jabones y laxantes o el uso de mercurio con propósitos
culturales/rituales o en medicina tradicional, es altamente corrosivo y
puede llegar a causar daño renal irreversible. Los derivados orgánicos
atraviesan la barrera hematoencefálica y la barrera placentaria,
circulan unidos a proteínas y se acumulan en el cerebro y glóbulos
rojos. El metilmercurio es el compuesto orgánico más estudiado por su
efecto nocivo sobre el sistema nervioso central, especialmente en etapas
de desarrollo fetal y en niños pequeños.
Si
bien existe cierta equivalencia estructural entre el metil y
etilmercurio, no se ha podido establecer una toxicidad comparativa. La
vida media del metilmercurio en sangre, en adultos, es de 40 a 70 días,
mientras que para el etilmercurio es de 30 a 50 días, la que podría ser
aún más corta, de acuerdo con estudios recientes.
Límites de toxicidad al mercurio
La
Academia de Ciencias de Estados Unidos estableció que la dosis
apropiada de referencia para el metilmercurio es de 0,1 μg/kg/día,
recomendación que se propone para evitar la exposición de mujeres en
edad fértil y embarazadas a dosis de mercurio que pudieran ser tóxicas
para el desarrollo del sistema nervioso central del feto.
Dado
que actualmente no se conocen los niveles de etilmercurio asociados a
toxicidad, se suelen homologar para el timerosal, los límites
establecidos para el metilmercurio. Cabe hacer notar que la exposición
crónica de metilmercurio por vía oral en adultos difiere de la
exposición intermitente mediante la administración de vacunas por vía
intramuscular, a la que está expuesta la población infantil, considerada
la más sensible a la exposición de metales pesados.
Timerosal en las vacunas
Respecto del contenido de timerosal, las vacunas se clasifican en:
- Libre de timerosal: aquella
que no contiene este compuesto bajo la forma de preservante ni de
remanente como consecuencia del proceso de elaboración.
- Libre de preservante: aquella
que contiene trazas (o remanentes) de timerosal que ha sido utilizado
en el proceso de fabricación. (< 0,5 μg Hg/0,5 ml).
- Con reducción de timerosal: aquella en que se ha logrado disminuir en forma significativa la cantidad de timerosal, pero no está libre de él.
Cálculo del contenido de timerosal en vacunas de uso rutinario en Chile
El timerosal es un excipiente de declaración obligatoria que se describe en el inserto de cada vacuna.
Teniendo en cuenta que el timerosal en su composición es 50% mercurio, una solución al 0,01% contiene 50 μg Hg/ml.
En el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) de Chile se incluyen las siguientes vacunas que contienen timerosal:
- DwPT (Triple antígeno): 25 μg Hg/dosis de vacuna.
- DwPT-Hib (TetraHib®): 25μg Hg/dosis de vacuna.
- Hepatitis B (Recomvax B®): 12,5 Hg μg/dosis de vacuna.
- DPwT-HB-Hib (Tritanrix-HB+Hiberix®)-Pentavalente: 25μg Hg/dosis de vacuna.
De
acuerdo con el calendario nacional de inmunizaciones vigente hasta el
primer semestre de 2006, un niño, al cumplir los seis meses de edad,
habría recibido 112,5 μg de mercurio,
lo que está sobre los niveles acumulados permitidos por la EPA y bajo
los niveles permitidos por la FDA y la OMS. De acuerdo con el nuevo
calendario de inmunizaciones vigente a partir de julio de 2006, esta
cantidad disminuye a 75 μg demercurio al
incorporar al PNI la vacuna pentavalente, que contiene 25μg por dosis y
que elimina el uso adicional de la vacuna contra hepatitis B por
separado.
A partir del año 2006 se incorporó la vacuna influenza en lactantes entre seis y 23 meses de edad.
Para
las vacunas anti-influenza actualmente disponibles en Chile, el
contenido de timerosal (o Hg) por dosis (0,5 ml) es el siguiente:
Vaxigrip® (Sanofi Pasteur): 25 μg
Influvac® (Solvay): libre de timerosal
Fluarix® (GlaxoSmithKline-Biologicals): < 1,25 μg
Agrippal S1®: (Chiron): 50 μg
Estudios acerca del timerosal en vacunas y su relación con autismo u otras patologías
A
raíz de los temores respecto de los posibles efectos neurológicos que
pudiera generar el timerosal presente en las vacunas, varios autores han
investigado la probabilidad de esta asociación.
Se
analizaron 14 artículos, 10 epidemiológicos y 4 farmacocinéticos,
publicados en lengua inglesa entre 1966 y 2004. Se concluyó que los
estudios epidemiológicos no apoyan una asociación entre autismo y el uso
de vacunas con timerosal y que los estudios de farmacocinética
demuestran esta relación poco probable.
Recomendaciones de agencias reguladoras
Distintas
agencias reguladoras han manifestado su postura respecto de la
exposición de la población infantil a compuestos derivados del mercurio,
específicamente, en relación con el timerosal contenido en las vacunas.
Ante
las dudas que existían en ese momento respecto de su seguridad en
lactantes, en 1999 la FDA comunicó a los fabricantes de vacunas la
necesidad de reformular estos productos a fin de eliminar o reducir al
máximo el contenido de timerosal como preservante.
En
1999, la Academia Americana de Pediatría (AAP) ratificó el comunicado
de la FDA e indicó posponer la vacunación contra hepatitis B en niños
nacidos de madres HBsAg negativas, hasta los 2 ó 6 meses de edad.
En
el 2000, la OMS manifestó su apoyo a las declaraciones de la AAP, pero
señaló la importancia de continuar con el uso de vacunas pediátricas
disponibles, aún cuando contengan timerosal. En el mismo año, un nuevo
comunicado de la FDA ratificó la recomendación de remover el timerosal
de las vacunas pediátricas, pero indicó que los niños debían seguir
recibiendo las vacunas disponibles, ya que los riesgos de no vacunar,
sobrepasaban los riesgos atribuidos al timerosal.
En
el 2001, el Immunization Safety Review Committee perteneciente al
Institute of Medicine, concluyó que la evidencia científica era
inadecuada para aceptar o descartar una relación causal entre la
exposición a timerosal presente en algunas vacunas de uso pediátrico y
trastornos del desarrollo neurológico, tales como retraso del lenguaje,
autismo e hiperactividad, concluyendo que es necesario realizar estudios
adicionales.
En
el 2004, un nuevo reporte del Immunization Safety Review Committee
basado en estudios epidemiológicos, concluyó que no hay asociación entre
timerosal y autismo y que las evidencias que apoyaban esta hipótesis
son sólo de carácter teórico. Recomendó continuar la investigación a fin de determinar la causa de autismo.
En
el 2005, el Global Advisory Committee, basado en un estudio realizado
en monos macacos, concluyó que el estudio del metilmercurio no es
adecuado para evaluar el riesgo del timerosal y advirtió que estos
resultados no pueden ser extrapolados al ser humano.
Hasta no disponer de nueva evidencia, concluyó que no existe asociación entre timerosal y trastornos en el neurodesarrollo.
La
propuesta de eliminar el timerosal de las vacunas no es una tarea
fácil, puesto que una nueva formulación de estos productos requiere de
cambios importantes en el proceso de producción para asegurar pureza,
potencia, estabilidad, seguridad y eficacia. Además, la
reformulación a presentaciones de monodosis es de alto costo, ya que
requiere de un importante aumento en la capacidad de producción y
almacenamiento.
Por
otra parte, la eliminación del timerosal en la presentación de frasco
de multidosis, determinaría un cambio en la práctica actual relativo al
tiempo en que pueden permanecer en uso estos frascos, una vez que han
sido abiertos y podría aumentar el riesgo de contaminación con el
consecuente riesgo de enfermedades graves como el shock tóxico.
Considerando
que el riesgo teórico del timerosal es sobrepasado por los beneficios
de la vacunación, la última declaración de la OMS recomendó mantener el
uso de vacunas que contienen timerosal, especialmente en países en
desarrollo, para así mantener el programa de control de las enfermedades inmunoprevenibles.
Conclusiones del CCI
1.
El CCI, luego de haber revisado la información disponible, reconoce los
efectos tóxicos del metilmercurio en altas dosis. Sin embargo, este
efecto está claramente demostrado para el metilmercurio y no así para el
etilmercurio (v.g. timerosal).
2.
Respecto de los riesgos de toxicidad del timerosal contenido en las
vacunas, la evidencia actual indica que no existiría relación entre este
compuesto y autismo u otros problemas en el desarrollo neurológico en
lactantes.
3.
El CCI suscribe la recomendación de la OMS de mantener el uso de
vacunas que contienen timerosal, a fin de no poner en riesgo el control
de las enfermedades inmunoprevenibles.
Editor: La vacuna actual Vaxigrip no contiene timerosal
Fuente: Muñoz A, Abarca K, Jimenez de la J. Jorge, Luchsinger V, O´Ryan M, Ripoll E, et al.
Seguridad de las vacunas que contienen timerosal: Declaración del
comité consultivo de inmunizaciones (CCI) de la sociedad chilena de
infectología. Rev Chil Infect 2007; 24 (5): 372-37
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