¿La educación de nuestros hijos los está preparando para los nuevos desafíos de la economía del siglo XXI?
La
educación es un tema complejo que requiere de soluciones complejas. A
lo mejor la siguiente información le presentará otra faceta desconocida
del problema de la educación contemporánea. Si usted es un padre y está
preocupado de la educación superior de sus hijos o si es una persona
joven que está tratando de averiguar qué rumbo tomar en la vida, éste
artículo podría contener la información que está buscando.
¿La educación de nuestros hijos los está preparando para los nuevos desafíos de la economía del siglo XXI?
Ésta pregunta es muy compleja y las respuestas están fuera del alcance de ésta publicación. Sin embargo, deseo invitar a todo padre a reflexionar sobre un artículo que leí recientemente en el "Wall Street Journal" y cuyo contenido refleja la problemática de la educación actual.
El título del artículo decía: "A Lament for the Class of 2010" ("Un lamento por la promoción del 2010").
Aquí doy un pequeño resumen de las partes más importantes del artículo:
En las siguientes semanas, cientos de miles de alumnos van a egresar de instituciones de educación superior. Van a celebrar por varios días, posiblemente por semanas. Después van a ingresar a un mercado laboral que no los quiere tener ni los necesita. Ingresarán a una economía en la cual aproximadamente el 17% de las personas entre 20 y 24 años no tienen un trabajo y dos millones de estudiantes universitarios están cesantes…
El artículo adicionalmente menciona que ninguna generación en Estados Unidos se ha visto enfrentada a obstáculos más grandes a los que prevalecen hoy en día, con la excepción obvia de la juventud que vivió durante la Gran Depresión de 1929. Los economistas especulan que ocurrirá algo insólito: será una generación que tendrá un éxito financiero menor al de la generación que la engendró.
El artículo recalca el hecho de que los actuales graduados de las universidades, aún los que egresan de Universidades de prestigio como Harvard y Yale, probablemente han gastado cientos de miles de dólares y toda su vida académica preparándose para una nueva economía en la cual sus esfuerzos serán irrelevantes.
A pesar de que ésta realidad es pertinente a las condiciones particulares de Estado Unidos, es una voz de alerta que todos deberíamos escuchar.
¿Por qué? Porque tanto el sistema de educación de ellos como el nuestro siguen produciendo estudiantes "en serie" tal como lo han hecho hace 100 años atrás. Y la industria de hoy en día ya no necesita lo que se requería hace 100 años atrás.
Hace algunos años, Harvard Business School enumeró 10 habilidades que sus estudiantes deberían dominar para estar bien preparados para los desafíos de ésta nueva economía globalizada:
Según una encuesta reciente conducida por IBM , en la cual se entrevistaron alrededor de 1.500 CEOs de 60 naciones y 33 sectores industriales alrededor del mundo, la creatividad fue considerada el factor clave para un liderazgo competente de una empresa exitosa del futuro.
Las implicancias de estas aseveraciones son enormes. Si se estudian las habilidades que se consideran como esenciales para vivir exitosamente en el futuro, ninguna de ellas es enseñada en los establecimientos educacionales actualmente.
La educación tradicional educa a sus pupilos a seguir instrucciones en vez de dejarles la libertad de explorar su propio camino.
Requiere del alumno a memorizar miles de datos que no se relacionan con su vida, en vez de permitirles el análisis profundo del conocimiento adquirido y la aplicación del mismo a su vida real.
Motiva a los alumnos a rendir con un sistema de puntajes que está muy lejos de lo que los debería motivar en su proceso educativo y posteriormente en su vida laboral: una profunda pasión por su actividad diaria.
Quizás el peor daño que la escuela hace es el de desarrollar una actitud complaciente en sus alumnos que enseña a depender del "sistema" para obtener seguridad y empleo, en vez de inspirarlos a emprender en un negocio propio que les permite explotar sus fortalezas únicas.
El colegio enseña a evitar situaciones de riesgo y entrena a pensar que no nos podemos equivocar. Sin embargo, los emprendedores más exitosos toman riesgos y cometen muchos errores al tratar de innovar y de explorar territorios desconocidos.
Por un lado el panorama se ve oscuro, ya que, como padres, tenemos que preparar a nuestros hijos para un mundo que es radicalmente diferente al que nosotros conocíamos como niños y debemos enseñarles habilidades que nosotros mismos no poseemos.
Por otro lado, no podemos olvidar que el ser humano es un ser creativo innato. Ante situaciones de crisis y cambios grandes podemos confiar en que esa naturaleza inquisitiva despertará y buscará nuevos caminos para navegar exitosamente en una compleja economía globalizada.
Ésta pregunta es muy compleja y las respuestas están fuera del alcance de ésta publicación. Sin embargo, deseo invitar a todo padre a reflexionar sobre un artículo que leí recientemente en el "Wall Street Journal" y cuyo contenido refleja la problemática de la educación actual.
El título del artículo decía: "A Lament for the Class of 2010" ("Un lamento por la promoción del 2010").
Aquí doy un pequeño resumen de las partes más importantes del artículo:
En las siguientes semanas, cientos de miles de alumnos van a egresar de instituciones de educación superior. Van a celebrar por varios días, posiblemente por semanas. Después van a ingresar a un mercado laboral que no los quiere tener ni los necesita. Ingresarán a una economía en la cual aproximadamente el 17% de las personas entre 20 y 24 años no tienen un trabajo y dos millones de estudiantes universitarios están cesantes…
El artículo adicionalmente menciona que ninguna generación en Estados Unidos se ha visto enfrentada a obstáculos más grandes a los que prevalecen hoy en día, con la excepción obvia de la juventud que vivió durante la Gran Depresión de 1929. Los economistas especulan que ocurrirá algo insólito: será una generación que tendrá un éxito financiero menor al de la generación que la engendró.
El artículo recalca el hecho de que los actuales graduados de las universidades, aún los que egresan de Universidades de prestigio como Harvard y Yale, probablemente han gastado cientos de miles de dólares y toda su vida académica preparándose para una nueva economía en la cual sus esfuerzos serán irrelevantes.
A pesar de que ésta realidad es pertinente a las condiciones particulares de Estado Unidos, es una voz de alerta que todos deberíamos escuchar.
¿Por qué? Porque tanto el sistema de educación de ellos como el nuestro siguen produciendo estudiantes "en serie" tal como lo han hecho hace 100 años atrás. Y la industria de hoy en día ya no necesita lo que se requería hace 100 años atrás.
Hace algunos años, Harvard Business School enumeró 10 habilidades que sus estudiantes deberían dominar para estar bien preparados para los desafíos de ésta nueva economía globalizada:
- La habilidad de definir un problema sin contar con la ayuda de otra persona.
- La habilidad de formular preguntas que plantean un desafío a las ideas preconcebidas.
- La habilidad de trabajar en equipo sin tener un guía.
- La habilidad de trabajar absolutamente solo.
- La habilidad de persuadir a otros de que la dirección que usted propone es la correcta.
- La habilidad de discutir acerca de técnicas y asuntos en público con el objetivo de llegar a tomar una decisión acerca de las normas y políticas establecidas.
- La habilidad de poder reorganizar información conocida y formar conceptos y patrones innovadores a partir de ella.
- La habilidad de poder extraer rápidamente la información útil desde una gran cantidad de datos irrelevantes.
- La habilidad de pensar inductivamente, deductivamente y dialécticamente.
- La habilidad de encontrar una solución óptima para resolver problemas usando la intuición y el sentido común. (Método heurístico)
Según una encuesta reciente conducida por IBM , en la cual se entrevistaron alrededor de 1.500 CEOs de 60 naciones y 33 sectores industriales alrededor del mundo, la creatividad fue considerada el factor clave para un liderazgo competente de una empresa exitosa del futuro.
Las implicancias de estas aseveraciones son enormes. Si se estudian las habilidades que se consideran como esenciales para vivir exitosamente en el futuro, ninguna de ellas es enseñada en los establecimientos educacionales actualmente.
La educación tradicional educa a sus pupilos a seguir instrucciones en vez de dejarles la libertad de explorar su propio camino.
Requiere del alumno a memorizar miles de datos que no se relacionan con su vida, en vez de permitirles el análisis profundo del conocimiento adquirido y la aplicación del mismo a su vida real.
Motiva a los alumnos a rendir con un sistema de puntajes que está muy lejos de lo que los debería motivar en su proceso educativo y posteriormente en su vida laboral: una profunda pasión por su actividad diaria.
Quizás el peor daño que la escuela hace es el de desarrollar una actitud complaciente en sus alumnos que enseña a depender del "sistema" para obtener seguridad y empleo, en vez de inspirarlos a emprender en un negocio propio que les permite explotar sus fortalezas únicas.
El colegio enseña a evitar situaciones de riesgo y entrena a pensar que no nos podemos equivocar. Sin embargo, los emprendedores más exitosos toman riesgos y cometen muchos errores al tratar de innovar y de explorar territorios desconocidos.
Por un lado el panorama se ve oscuro, ya que, como padres, tenemos que preparar a nuestros hijos para un mundo que es radicalmente diferente al que nosotros conocíamos como niños y debemos enseñarles habilidades que nosotros mismos no poseemos.
Por otro lado, no podemos olvidar que el ser humano es un ser creativo innato. Ante situaciones de crisis y cambios grandes podemos confiar en que esa naturaleza inquisitiva despertará y buscará nuevos caminos para navegar exitosamente en una compleja economía globalizada.
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