Los primeros cuarenta años de vida nos dan el libro, los treinta siguientes el comentario.
A los veinte años un hombre es un pavo real; a
los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una
serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono, y a los
ochenta, solamente una voz y una sombra.
El tiempo revela todas las cosas: es un
charlatán muy interesante que habla por sí mismo aun cuando no se le
esté preguntando nada.
No hay nada hecho por la mano del pobre ANIMAL
INTELECTUAL, falsamente llamado hombre, que tarde o temprano el tiempo
no destruya.
"FUGIT IRREPARABILE TEMPUS", el tiempo que huye no puede ser reparado.
El tiempo saca a la luz pública todo lo que
ahora está oculto y encubre y esconde todo lo que en este momento
brilla con esplendor.
La vejez es como el amor, no puede ser ocultada aún cuando se disfrace con los ropajes de la juventud.
La vejez abate el orgullo de los hombres y los humilla, pero una cosa es ser humilde y otra caer humillado.
Cuando la muerte se aproxima, los viejos decepcionados de la vida encuentran que la vejez no es ya una carga.
Todos los hombres abrigan la esperanza de vivir larga vida y llegar a ser viejos y sin embargo la vejez los asusta.
La vejez comienza a los cincuenta y seis años y
se procesa luego en períodos septenarios que nos conducen hasta la
decrepitud y la muerte.
La tragedia más grande de los viejos estriba, no
en el hecho mismo de ser viejos, sino en la tontería de no querer
reconocer que lo son y en la estupidez de creerse jóvenes como si la
vejez fuera un delito.
Lo mejor que tiene la vejez, es que se encuentra uno muy cerca de la meta.
El YO PSICOLÓGICO, el MI MISMO, el EGO, no
mejora con los años y la experiencia; se complica, se vuelve más
difícil, más trabajoso, por ello dice el dicho vulgar: "GENIO Y FIGURA
HASTA LA SEPULTURA".
El YO PSICOLÓGICO de los viejos difíciles se
auto consuela dando bellos consejos debido a su incapacidad para dar
feos ejemplos.
Los viejos saben muy bien que la vejez es un
tirano muy terrible que les prohíbe bajo pena de muerte, gozar de los
placeres de la loca juventud y prefieren consolarse a sí mismos dando
bellos consejos.
El YO oculta a el YO, el YO esconde una parte de sí mismo y todo se rotula con frases sublimes y bellos consejos.
UNA parte de MI MISMO esconde a otra parte de MI MISMO. El YO oculta lo que no le conviene.
Está completamente demostrado por la observación
y la experiencia que cuando los vicios nos abandonan nos agrada pensar
que nosotros fuimos los que los abandonamos.
El corazón del ANIMAL INTELECTUAL no se vuelve
mejor con los años, sino peor, siempre se torna de piedra y si en la
juventud fuimos codiciosos, embusteros, iracundos, en la vejez lo
seremos mucho más.
Los viejos viven en el pasado, los viejos son el
resultado de muchos ayeres, los ancianos ignoran totalmente el momento
en que vivimos, los viejos son memoria acumulada.
La única forma de llegar a la ancianidad
perfecta es disolviendo el YO PSICOLÓGICO. Cuando aprendemos a morir de
momento en momento, llegamos a la sublime ancianidad.
La vejez tiene un gran sentido de sosiego y libertad para aquellos que ya disolvieron el YO.
Cuando las pasiones han muerto en forma radical, total y definitiva, queda uno libre no de un amo, sino de muchos amos.
Es muy difícil encontrar en la vida ancianos
inocentes que ya no posean ni siquiera los residuos del YO, esa clase
de ancianos son infinitamente felices y viven de instante en instante.
El hombre encanecido en la SABIDURÍA. El anciano
en el saber, el señor del amor, se convierte de hecho en el faro de
luz que guía sabiamente la corriente de los innumerables siglos.
En el mundo han existido y existen actualmente
algunos ANCIANOS MAESTROS que no tienen siquiera los últimos residuos
del YO. Estos ARHAT GNÓSTICOS son tan exóticos y divinos como la flor
de loto.
EL VENERABLE ANCIANO MAESTRO que ha disuelto el
YO PLURALIZADO en forma radical y definitiva es la perfecta expresión
de la PERFECTA SABIDURÍA, del AMOR DIVINO Y DEL SUBLIME PODER.
EL ANCIANO MAESTRO que ya no tiene el YO, es de hecho la plena manifestación del SER DIVINAL.
Esos ANCIANOS SUBLIMES, esos ARHAT GNÓSTICOS han
iluminado el mundo desde los antiguos tiempos, recordemos al BUDHA,
MOISÉS, HERMES, RAMAKRISHNA, DANIEL, EL SANTO LAMA, etc., etc., etc.
Los maestros de escuelas, colegios y
universidades, las maestras, los padres de familia, deben enseñar a las
nuevas generaciones a respetar y venerar a los ancianos.
AQUELLO que no tiene nombre, ESO que es DIVINAL, ESO que es lo REAL, tiene tres aspectos: SABIDURÍA, AMOR, VERBO.
LO DIVINAL como PADRE es la SABIDURÍA CÓSMICA, COMO MADRE es el AMOR INFINITO, como hijo es el VERBO.
En el Padre de familia se halla el símbolo de la
sabiduría. En la Madre de hogar se halla el AMOR, los hijos simbolizan
la palabra.
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