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miércoles, 9 de abril de 2014

El reset colectivo.Dejemos de crearnos nuestros propios problemas.


El Reset Colectivo

Capítulo tomado del libro con el mismo nombre.
Transcripción de su conferencia.
El reset colectivo
¿Qué es el reset?
Supongo que hoy en la vida moderna todos tenéis un ordenador en casa, ¿verdad? Y, sabéis que cuando el ordenador empieza a ir lento, pesado, no arranca, no chuta bien, ¿qué tenemos que hacer? O si no tienes conocimientos tienes que llamar a un técnico. Pues si consideramos que nosotros somos ordenadores biológicos, lo mismo nos pasa a nosotros. Empezamos a…, a ir flaqueando, a ir lento, el programa no chuta…, las cosas no nos salen, empezamos a estar en modo: “No estoy funcionando correctamente”.
¿Qué pasa? Pues necesitamos un técnico, ¿verdad? ¿Y a dónde vamos? Al médico…, peor todavía; al psiquiatra…, doblemente peor; a un psicólogo…, un poco más de suerte. Pero normalmente no encontramos la solución para todos nuestros problemas.
Llevo muchísimos años intentando ayudar a la gente porque he vivido mis propias experiencias. No os voy a dar información basada sobre teorías de otras personas, ideas de otros seres humanos que escriben libros, simplemente lo voy a basar sobre mi propia experiencia.
Hace veintiocho años fui desahuciada por los médicos por un cáncer terminal que me dijeron que tendría una posibilidad sobre cien de sobrevivir. Yo con mis veinte añitos y con unas ganas de vivir, miré al médico y le dije: “No sé, pero es que yo no tengo tiempo para morirme. ¿Qué posibilidad hay para salir de ésta?”, y me mira y dice ‘a la pobrecita le voy a decir algo…,’ dice: “Tienes una probabilidad sobre cien de sobrevivir esto” y digo: “Mmmm, vale pues yo soy esa una. Mmmm, ¿qué tengo que hacer? Porque yo no quiero pasar por el protocolo médico”. Me miró ¡con una cara de terror…!, diciendo: “Pobre chica inconsciente”. Firmé un papel renunciando al tratamiento. Voy a casa, les digo a mis padres que los médicos me habían dicho que me iba a morir, pues que eran tonterías, hice la maleta y me vine para España. Imaginaros el escenario en casa: “¡Está loca!” – siempre he sido un poco loca, pero bueno, esto ya, era el remate…
Vine para hacer un año sabático en la universidad en Barcelona y, llegué aquí y pegué un grito al cielo, diciendo: “¡¿Hay alguien allí arriba?!”, yo estaba allí en un colegio de monjas toda mi vida…, “necesito una prueba…, ¿qué hago?, yo quiero vivir”. Y pensé: “Si hay alguien allí arriba, yo prometo que si yo me curo, me dedicaré el resto de mi vida a dar esperanza a la gente que pueda estar en una situación…, similar. ¡Y aquí estoy 28 años más tarde!
Remisión total, milagrooooosa, se me fue el asma, se me fue la alergia al sol, se me fue todo. Entonces, ¡menudo compromiso en el cual me he metido…! Tengo que respetar la promesa que hice.
Eso me condujo a buscar soluciones. Todo fue curado, gracias a una serie de, digamos herramientas que se me pusieron en el camino. Empecé a controlar el tema de la dieta, la nutrición, estudié la sumplementación de la medicina orto-molecular, empecé a hacer prácticas, a montar una especie de consultas, empecé a trabajar con laboratorios, etc, etc.. Pero yo veía que todo no era la nutrición, empecé a estudiar: técnicas de geobiología, radiestesia…, bueno en fin, acumulé un montón de títulos, pero la gente seguía enfermándose. Necesitaba otras soluciones.
Yo tenía, a lo largo de todos estos años también, una persona a mi lado que fue, en su día, una pareja, fue amigo, y fue mi maestro en vida. Y antes de su muerte, hace unos seis años, yo recuerdo en una reunión él dijo: “Todavía estoy esperando a que os despertéis”. Ahora en diecisiete años de conocerle a este fantástico hombre, nunca había utilizado la palabra ‘despertar’. A los quince días se murió. Y yo después de una larga trayectoria con él, trabajando en temas holísticos y sobretodo energéticos, me consideraba en aquel entonces que yo estaba despierta, ¿pero qué significaba esto?, ¿por qué…, su cara de frustración? “Todavía estoy esperando a que os despertéis”, se me quedó grabado. Entonces empecé a investigar el despertar, para luego darme cuenta que estaba igual de dormida como el resto de la humanidad. Nació mi hija, y ella ha sido, quizás, mi mayor maestra en vida, después de esa experiencia. Y mucho de lo que voy a contar, ella ha sido mi gran inspiración, y os vais a sorprender. Ok.
Los que ya me conocéis sabéis que imparto los cursos que llamo yo Zen, que significa conciencia de tu vida. No tiene nada que ver con el budismo zen, ni religiones, ni creencias. Zen para mí significa conciencia de tu vida, saber lo que piensas, saber lo que hablas y reconocer cómo actúas veinticuatro horas al día. Zen.
Cuando llega un paciente a mi consulta, primero se sorprende, “¿cómo es que es gratis?”. Digo: “Son 15 minutos, 20 minutos, siéntate y cuéntame lo que quieras, no hay tiempo para hablar”. Y escucho un auto sabotaje…, ¡impresionante!: “Mi vida es un desastre, todo me va mal, mira mi salud, los amores, el dinero, todo me va fatal”. Le hago un chequeo, y en ese chequeo, utilizo una capacidad que tengo para entrar dentro del ordenador biológico, que tiene un programa que se encuentra en el disco duro, pero el paciente no puede acceder a ese programa porque tiene un montón de software erróneo que está bloqueando su acceso. ¿Y ese software de dónde viene?
Nuestra educación, los patrones de la familia, los miedos, todo lo que nos van metiendo en la cabecita desde que nacemos hasta que nos vayamos a la tumba,… programación, codificación mental. Yo tengo que navegar en su programa, buscar la raíz del problema, sortear todo ese software erróneo, chutarlo a la papelera de reciclaje y dejar el sistema operativo funcionando suavemente, al igual que hace un técnico, para que luego pueda acceder a su disco duro ¿Y qué hay en el disco duro?: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿y hacia dónde puñetas voy? No tenéis todos esa pregunta en la cabeza: “¿Qué demonios estoy haciendo yo aquí?, ¿qué sentido tiene, todo esto de que yo esté pegado a un planeta que se llama Tierra en medio de este universo?”. ¿No os lo preguntáis?…, lo tomáis por algo que ya está hecho, ¿no?
Si supierais lo maravillosos, lo grandiosos, lo soberanos, que sois, y que sois divinos cocreadores de vuestra existencia,… no diríais todas las barbaridades que se dicen. Pero ¿por qué, no tenemos ese conocimiento? No interesa, no interesa saberlo.
Cuando hacemos el reset en la consulta, es como si se le quitara a ese paciente un gran bagaje, una mochila muy pesada, se le quita de su espalda. Cuando empiezas a sentir esa ligereza y terminamos esa sesión de cinco minutos, le enseño cómo reprogramar su vida. Le toco en el hombro y le digo: “Tus deseos son órdenes” -esto suena a Aladino. Tus deseos son órdenes. Uy y le digo: “Imagínate ahora, si tú tienes un programa operativo, eres un ordenador biológico,… tú eres el guionista de tu propia historia, tú eres el dramaturgo de tu propia obra maestra que estás haciendo en esta vida, sólo será aquello que tú pienses y aquello que tú digas”. Y me miran con una cara de susto cuando les digo: “Todo lo que pienses y todo lo que digas a partir de este momento, se hará realidad”. ¡Qué horror!, de repente son conscientes de que “¡qué miedo!, ¿y si lo hago mal, y si lo digo mal?”. Simplemente contesto: “¡Pero siempre ha sido así!, lo único que no eres consciente de ello”. “¡Pero esto es muy difícil!”. “Si lo crees, lo será”.
¿Qué te parece si hacemos una reprogramación? Y sólo quiero que pienses en tu sueño de una realidad maravillosa que tú desees vivir en esta vida, en un futuro, lo traemos al presente, lo plasmamos en tu programa y empiezas a descubrir una nueva realidad. “Ah bueno, eso fantástico, ¿dime cómo hay que hacerlo?” ¿A quién le gustaría pensar que viene alguien y hacemos un borrón y cuenta nueva?, vida nueva. Es tan fácil, que parece imposible. Pero os voy a explicar cómo se hace.
Le digo al paciente, después del reset de esos cinco minutos de sortear ese software: “¿Cómo es tu nueva vida?”, y enseguida la sonrisa crece en la cara y dice: “¡Soy tan feliz!”. “¿Dónde vives?”. “Tengo una casa en el campo, con flores, un jardín precioso, animalitos, la familia”. “¿Qué sientes?”. “Una paz, una calma”, cada uno recrea su propia realidad. “¿Cómo va el trabajo?”. “¡Oh, como si no trabajara!, vivo de lo que me gusta, no siento las horas pasar”. “¿Y el amor?”. “Oh, tengo la persona de mis sueños a mi lado, la familia, todo”, lo recrea.
A partir de ese momento, uno se vuelve consciente de lo que no quiere, o sea es un cambio de sentir: qué es lo que no quiero, a pasarlo a, qué es lo que quiero. Cuando hacemos esa reprogramación tenemos que pensar que ya tenemos el resultado. Pero ojo, ahora viene el…, el pequeño truquito que hay que recordar con mucha conciencia.
Seguramente habéis visto la película “el Secreto”, ¿a que sí? y lo habéis probado, ¿verdad? Y seguramente os habéis ilusionado y desilusionado, ¿correcto?: “¡Ah sí hombre!, yo pedí un cheque, ¿y qué me ha llegado? Multas,… facturas, jo, esto no funciona”, ¿sí o no? Porque paralelamente a lo que es la Ley de Atracción, existe la Ley de Opuestos y una no puede existir sin la otra.
¿Qué es la Ley de Opuestos? Cuando tú pides algo, recuerda que vivimos en una experiencia en este universo, hemos llegado a la tercera densidad, la tercera dimensión, en una experiencia de la dualidad.
¿Qué es la dualidad? Opuestos, luz-oscuridad, alto-bajo, etc, etc. Tú pides un cheque, te da al revés, para que no te creas tan chulo… Donde tú pones tu atención, el cosmos lo único que hace…, ¡lo expande!, y si tu atención está enfocado sobre la felicidad de la alegría, el cosmos expande esa vibración y te da más de lo mismo. Pero si tú pones tu atención sobre: “Qué desastre, sólo tengo ausencia de abundancia”, ¿qué hace el cosmos? ¡Lo expande! Donde tú pones intención con pasión, le das más peso en esa balanza de la dualidad. Tienes que enfocar tus intenciones sobre lo que quieres y obviar lo que no quieres, porque el cosmos no entiende, no interpreta, la palabra “NO”, interpreta vibración, frecuencias.
Si yo pido por ejemplo…, yo llamo a mi vida un hombre maravilloso, guapísimo, alto, fornido, con un sex appeal de Richard Gere…, -abundan, ¿no? Estos- y el cosmos -espero que no toméis nada personal aquí- el cosmos me regala un gordo, bajo, feo, calvo, fofo. ¿Y yo qué hago?… ¿Dónde pongo mi atención? “Pero si yo he pedido un Richard Gere, ¡y tengo a este petardo!”. ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué es esa sensación que yo estoy vibrando? Pues el cosmos sólo me va a dar más de lo mismo. Esto es lo que pasa con la Ley de Atracción y la Ley de Opuestos. Pido, toma regalo. Y dices: “Desilusión. Esto no funciona” y me quedo con las ganas. Si yo cambio y digo: “Ah, muy bien majo, encantada de conocerte…, pero yo he pedido a Richard Gere, y te quiero mucho, te doy un abrazo, pero estoy ocupada”. Desvío mi atención de la Ley de Opuestos y la vuelvo a poner sobre Richard Gere, -¿alguien tiene el mail de Richard Gere?- lo vuelvo a poner sobre lo que quiero y no me distraigo con lo que no quiero. 0 puedo hacer otra cosa…
Pido un hombre bien afincadito, bien majo, bien peinado, y se me presenta un barbudo, y digo: “¡Qué manía tengo yo con los barbudos!, no los soporto” -no, es broma, eh. En el oriente dicen: “Un hombre menor de 55 años barbudo, no te fíes, algo esconde”. Y un hombre, sólo puede llevar barba en el oriente a partir de los 55 años, porque dicen que es un sabio, y la dejan hasta el tobillo, y cuanto más largo más sabio. Yo puedo decir: “Pues no quiero un barbudo”. ¿Y qué es lo que me va a regalar el cosmos? Barbudos a punta pala. Entonces, ¿qué hago con el barbudo de turno…? Le doy amor, le quiero, me enamoro, supero mi prueba…, y se afeita.
Prueba superada. Dicen: “Dios te regala lo que no te gusta para que aprendas a amarlo”. Has crecido, has evolucionado. Quítate esa codificación. ¿Qué pasa con la barba? Vale, tu padre fue un barbudo muy cruel, y has asociado esa información con los barbudos. Y ese pequeño detalle es tan importante para el enfoque de nuestra vida. Lo mismo, si pides prosperidad tienes que vibrar en abundancia, en prosperidad. ¿Qué es lo que nos han enseñado en el sistema? Nos enseñan a guardar para el mañana. Si tú vibras en: “Tengo que guardar esto porque el día de mañana, igual me hará falta”.
Estoy creando una vibración de falta en el futuro. ¿Qué es la abundancia? La abundancia es tener hoy lo que necesitas hoy, para hacer lo que quieres hacer hoy. Mañana será otro hoy. Cuando llegue.
Cuando veo a personas que están muy hundidas en su propio drama, les digo: “Imagínate, imagínate que alguien viniera y te dijera: ‘Lo siento, te quedan 3 minutos de vida’”. ¿Qué es importante en tu vida, para ti, en este momento? El amor. El amor que das y el amor que recibes. ¿Te importa la ropa que llevas? Nooo. ¿Te importan los títulos que tengas, tu hipoteca, tus ingresos en el banco, te importan? No. Va venga era broma, te quedan 25 años. ¿Por qué tiene que cambiar, lo que digas, lo que sientes, la importancia que le das a la vida, sólo porque cuentas con más tiempo?… Yo trabajo muchísimo con enfermos terminales, y no os podéis imaginar cuando llegan con una sentencia de muerte: “Te queda un mes”. ¡Cómo cambia el chip, eh! Miran atrás y dicen: “Uy, uy uy ojalá no hubiese trabajado tanto, ojalá hubiese dado más abrazos, más besos, ojalá hubiese pasado más tiempo con la familia, menos horas en la oficina. La codificación: “Te queda un mes”, si te lo crees, te queda un mes. Recordemos que a mí me sentenciaron y yo dije: “Adiós, voy a vivir”. Veintiocho años más tarde siguen llamando a mi casa cada año para ver si estoy viva. ¡Qué no se lo creen! De hecho me citaron a los siete años para preguntarme: “¿Tú qué hiciste?”. “Uy, pues si os contara…, vais a escuchar”. Me dijeron: “Tonterías, pero algo que estás haciendo va bien…, o sea, tú sigue así”.
Cuando tengo un paciente de cáncer y le queda un mes o una semana, tengo que descodificar todo el miedo que le han metido, porque lo que temes, atraes. Lo habéis encontrado en muchas situaciones en vuestra vida. Descodificar ese miedo…, no es fácil, eh, para ellos. Pero tengo un caso particular que recuerdo, una señora mayor de 50 años, Concha, que tenía un tumor entre los dos lóbulos del pulmón izquierdo con una adherencia a la aorta. Un mes de vida. Tumor inoperable.
Le hice el ‘toque Zen’, para eliminar bloqueos, cambiar esa frecuencia, esa vibración en su cuerpo, le cambié sus hábitos, haciéndole consciente de que iba a vivir todo el tiempo que ella quisiera. Curiosamente a las dos semanas la llamaron del hospital diciendo: “El escáner que te hemos hecho, ha revelado que la adherencia a la aorta se ha desprendido, podemos operar”. ¡Adelanteeee!, dos semanas más tarde, operación. Pero los médicos entraron con la idea que el tumor seguía allí. Sacaron todo el pulmón izquierdo, por completo, rápido, a saco, pero la sorpresa fue cuando me llamó ella desde el hospital y me dice: “Suzanne, estoy viva, pero el laboratorio ha llamado al hospital para preguntarles cómo es que habéis sacado un pulmón totalmente sano que lo único que hemos encontrado es un pegote de carne quemada de un centímetro de diámetro y sin ningún tipo de actividad tumoral”. Digo: “Ole, fantástico, ¡cuánto me alegro! Ey pero ¿cómo te enteraste? Pues resulta que su sobrino es médico y estaba en la operación, y la información nos llegó por familia directa suya. Hoy por hoy, han pasado muchos años, sigue con un pulmón, a pesar de que le metieron un miedo… Pero, tiene calidad de vida, vive como una persona normal, activa, con sus nietos, y con otra manera de pensar. ¿Ok? Y eso es sólo un pequeño ejemplo, de cómo el reset puede ayudar a tu salud física, la salud mental cuando una persona está hundida. Con esta técnica de Zen podemos encontrar la raíz del problema, y la raíz del problema puede estar en el plano físico, de hábitos físicos; puede estar en el plano mental, de conducta psicológica; o puede estar en el plano multidimensional.
Tuve la experiencia de poder estar en una clínica, una consulta médica durante seis meses, colaborando con médicos…, invitación de ellos. Yo soy para ellos un fenómeno social, como dicen… Como compartíamos ciertos pacientes en común, tomaron interés -cosa que me alegré muchísimo- en cómo trabajo, cómo funciona esta técnica. Y con muchísima ilusión y mucha alegría, como lo puse en mi programa…, les pedí que hiciesen una selección de todos sus pacientes, de buscar los pacientes imposibles, que no cambiaban, que no evolucionaban, que no tenían resultados, y que me los pasasen todos a mí. Seis meses después, me dijeron…, que se iban a quedar sin pacientes por mi culpa. Paciente que pasaba, paciente que se daba de alta. Pero, se alegraron al mismo tiempo, aprendieron la técnica. Y, han podido entender, que hay algo que va mucho más allá de lo que es lo puramente físico.
Campo magnético
Tenemos un campo magnético que rodea nuestro cuerpo, es un campo energético, que algunos llaman el aura. Con esta técnica Zen aprendemos a hacer respiración consciente que hace que el campo energético se concentre, se vuelve muy compacto, brilla y vibra en alta frecuencia y cualquier tipo de vibración, ondas, radiación, o frecuencias más bajas o inferiores a esa frecuencia no te puede alterar. No te puede infectar tu cuerpo físico, tu mente o tu cuerpo mental.
Pero cuando estás en control de tu sistema nervioso, nada, ni nadie te puede hacer daño. Eres consciente. Os voy a demostrar cómo afectan simplemente los campos electro-magnéticos en nuestro sistema, y cómo afecta el aura o ese campo energético y cómo se debilita.
Primero, tenéis que entender que ese campo energético tiene que ser redondo, compacto, ancho, a vuestro alrededor. Si tú duermes por ejemplo con un radio reloj electrónico, enchufado al lado de tu cama, ese campo electromagnético afecta tu campo magnético durante ocho horas cada día. ¡Es una tercera parte de tu vida! El campo magnético tuyo, después de ocho horas se debilita…, y en vez de tener una forma redonda, el lado que está bien se mantiene su forma pero el lado que está el radio reloj queda muy fino o muy blandengue, muy irregular en el lado contrario.
Si él está bien, perfecto, las varillas de radiestesia se cruzarán delante de mí, porque si nos imaginamos que mi globo choca con su globo…, se cruzan las varillas. Pero en el lado que él esté bloqueado, la varilla se quedará tiesa, porque su campo energético en ese lado estará tan pegado al cuerpo que la varilla no llega a tocar.
Las varillas simplemente son el reflejo, la antena que revela dónde llegan los dos campos magnéticos, hasta el punto de que chocan y las varillas tienen que doblarse. ¿Entendéis? El metal no tiene ninguna importancia, es sólo una proyección de ti en algo material. El radio reloj regálalo, para una sala, pero no es para dormir al lado.
Cancelar y la auto maestría
¡Tus deseos son órdenes!, a partir de este momento todo lo que pienses y todo lo que pidas y todo lo que digas y todo lo que sientas se hará realidad. Si te lo crees así será.
Todos vais a pensar, pero si en el día día, en el día a día, ¿qué hago? ¿Qué haré cuándo tenga esa pataleta mental, qué haré cuándo llegue todo ese auto sabotaje? ¿Qué haré…? Se me ponen delante y me pueden. Y salto, y salta el ego y salta la personalidad física, ¿qué hago cuando meta la pata con mis palabras? Cuando diga: “¡Siempre me haces lo mismo!, ¡siempre es tu culpa!, mi vida es un desastre”. ¿Qué hacemos?
¿Qué hace un programador, un dramaturgo cuando no le gusta lo que pone en el programa o en su obra? CANCELAR. Rectifico. Ya está, cancelo. Eso me lo enseñó Joanna, mi hija, con 6 años, cuando yo estaba en la cocina y ella en el baño, y decía: “¡Oh mama mira!, me ha salido un grano en la punta de la nariz…, hoy en el colé todos los niños se van a reír de mi. Y oigo: “Prrrrr, prrrrr, prrrrr, prrrrr”. ¿Qué está haciendo la cría? Fui y la espié y la veo: “Prrrrr, prrrrr, prrrrr, cancelar, cancelar, estoy guapa, estoy guapa”. Ella era consciente del poder de sus palabras. Tomé nota, empecé a practicarlo en la consulta, empecé a practicarlo en mi vida, empecé a notar la maestra en casa… A veces el ego de mami, mmmm. Cuando yo decía algo que…, que no correspondía, me miraba y decía: “Mama…, cancelar”. Y yo decía: “¿Qué?”. “¡Dilo!, cancelar”, tie¬ne carácter la moza,… bueno dicen “de tal palo a tal astilla”, ¿no? Cancelar. Entonces, yo rebobinaba, y… “Ah, sí”.
Digo: “Va venga Joanna que el autocar sale, que si no, no llegas a la excursión”. Dice (Joanna): “Cancelar”. “Ah sí, el autocar te está esperando…, y que llegarás bien…” ¿Luego qué hacía? “Ca”. Y ahora sólo me hace… (me levanta las cejas).
Ahora esto lo podéis practicar en casa, con las parejas, con la familia. Pero en vez de decir: “Ves, estás haciendo lo que Suzanne ha dicho que no se hace”. ¿Eso qué es? Ego, ¿qué tienes que decir a tu pareja cuando se te pone así bravo? “Tus deseos son órdenes, cariño”. Entonces, la persona tiene que rebobinar…, “qué es lo que he dicho”. Mentalmente dice: “Sí, cancelar. Rectifico”. Como dicen los niños: “Está chupado”. Funciona… Lo vais a poder experimentar en la pareja. Gracias Joanna por esta lección.
Este, este es el secreto y esto es lo que nos ayuda a vivir el día a día, ser conscientes que las personas que nos pueden, que nos hacen saltar el ego, que nos hacen enfadar, son nuestros maestros que conviven con nosotros y nos demuestran que todavía no hemos alcanzado la auto maestría, son los que nos pueden. Es como Wayne Dyre que tiene un montón de hijas, y dos vienen a la cocina una mañana para desayunar. Una de…, 13 años y una de 15 años, y la de 13 años le dice a la hermana: “¿A que si no tuvieras pies no te pondrías zapatos?”, y la otra con cara de pava le dice: “¿Pero por qué me dices esas estupideces, en estas horas de la mañana?”. “Va dilo, dilo, ¿a qué si no tuvieras pies no te pondrías zapatos”, y el padre allí como que, respirando, intentando no hacer demasiado caso a sus hijas adolescentes. Y la otra contesta impertinente: “¡Pues claro que no!, pero ¿por qué me haces esa pregunta?”. Y dice: “Entonces, ¿por qué llevas sujetador?”.
Reconócelo, son nuestros maestros.
Lo que tú ves allí afuera es sólo un reflejo de ti mismo. Acepta, da amor, reconócelo, controla los impulsos, las reacciones. Porque cuando menos reactivo te vuelvas, más estás en el presente, más estás en el centro y, más estás en tu camino en tu evolución, en tu estado más puro de tu esencia de tu ser.
El despertar espiritual
¿Alguien de aquí está despierto? ¿Despierto a nivel espiritual? “Sí”. Si lo estuvieras no lo dirías.
¿Cómo se reconoce a una persona despierta?
Lo primero la misma persona no lo va a saber ni si quiera. ¿Cómo se puede saber si uno está despierto?
Es plenamente feliz. Vive intensamente el presente. Nada, absolutamente nada le puede afectar. No se identifica con el ego. No tiene conflictos personales, acepta todas sus situaciones conflictivas, pero no las afronta como conflictos sino como oportunidades para crecer. Cuando una persona está despierta, su único deseo es, querer ayudar a los demás para compartir y vibrar, desde esa plena consciencia. En ese estado de sentir, que todo está bien, todo absolutamente todo, está perfecto. Y tú estás viviendo tu versión de la realidad, que sientes, que crees con tu propia mente, y vibras. Y todo lo que vibra a tu alrededor es producto de lo que sientes y de lo que vibras. No hay más. Plena y total consciencia.
¿Alguien de aquí está despierto? Estamos en ello. Al menos se puede poner el deseo, tomas la decisión de despertarte pero, ¡cuidado!, no lo pongas como una meta. Si creamos metas…, ¿qué hacemos? No vivimos el presente. Se dice: “Seré feliz cuando…, tenga esto, cuando haga lo otro”, tienes que sentir que ya lo eres, eres feliz ahora. Cada día es el ahora. Mañana será otro hoy, así que más vale vivir intensamente el día de hoy. Cuando uno se vuelve plenamente consciente, educa a sus hijos desde esa consciencia, así empezamos a crear nuevos seres humanos conscientes para el futuro del planeta. Un padre inconsciente, alimenta a su hijo con todos sus propios problemas, sus patrones…, pero cuando un padre se despierta, el hijo se convierte en un maestro consciente, sabiendo: “Si papá ya está despierto, le puedo dar muchos regalitos desde la Fuente”, porque ¿de qué sirve darle regalos e información de la Fuente, a un padre que está sordo y ciego? ¿Sí o no? Cuando el hijo ve despierto a sus papas, empieza la libertad.
Supongo que algunos de vosotros habéis tenido experiencias con vuestros propios hijos, que un día estás completamente lúcido, feliz, alegre, todo te sale perfecto y ese día viene tu hijo y dice: “¿Sabes qué…?”. Y tú: “¡Madre mía!, con tres años, lo que acaba de decir el crío, con una madurez personal y espiritual, ¿de dónde has sacado eso?”.
Recuerdo alegremente a mi hija cuando tenía sus 2 años y medio, 3 años, y se acercaba la gente, tocándole sus ricitos diciendo: “Ayyy ¡¿cuántos añitos tienes?!”. Y mi hija respon­día: “Millones”. Y luego me viene: “Mami, ¿por qué la gente hace preguntas tan tontas…?”. Ahora dice que tiene ocho y medio, -que es muy importante- ocho y medio.
El otro día me dice: “Mami, yo recuerdo cuando estaba en el cielo, antes de nacer que yo te elegí a ti como a mi madre…, tú que estabas tan mona… ‘Ésta será mi madre’, pero luego vino un ángel, que se llama el Ángel del Olvido y mueve como una barita encima de los niños que van a nacer para que se olviden de quién son realmente, pero a mí me saltó”. Dice: “Por eso me acuerdo”. Bonito, ¿verdad?
Los niños que van naciendo, desde el año 2000, son niños tremendamente…, especiales. Les tenemos que escuchar y bajar nuestra guardia de la autoridad, de que “Soy Tu Ma­dre”, “Soy Tu Padre” y “lo vas a hacer porque lo digo yo”. Vie­nen con mucha sabiduría, mucha ternura, dulzura…, y nos vienen a enseñar el camino. ¿Ok?
Estaba ayer viendo un vídeo sobre el despertar de Osho, ¡Osho es muy divertido! Y Osho decía: “Apoyo mucho la teoría Darwin que dice que el ser humano ha evolucionado de los animales… Sí, puede haber evolucionado desde el mono etc., etc., pero que sea evolucionado…, lo dudo mucho”. Dice: “Tú ves a los animales que tienen un instinto, que es el instinto de marcar territorio. ¿Entonces, qué hace el macho?, se acer­ca al árbol, pssss, pipi, y luego se va. Y viene otro macho y huele, se acerca y dice: “Uy este árbol ya esta pillado, este territorio ya no puede ser mío…”, y se va a buscar otro árbol ¿Y qué hace el ser humano? Busca su territorio, pone fronte­ras, no puedes pasar la frontera sino tienes visado, no tienes pasaporte, no tienes derecho a moverte libremente por una meta sin permiso. Y el ser humano hace exactamente igual, van orinando…, el territorio. Por eso la India huele diferente que el resto de los países, Alemania también, España también”. Y Joanna dice: ¡Es verdad mami!, ¿te acuerdas cuando íbamos con el patinete por el centro y vimos a aquel señor haciendo pipi en la calle?”. ¡Qué despiertos están! “Pero ahora tengo mi multa, encima, está prohibido marcar territorio”.
Cuando una persona vive su vida como en un gran sueño en el que está la humanidad todavía, es como el vagabundo que está durmiendo profundamente y sueña con ser un emperador y dentro de su sueño es un gran emperador. Y vive la vida de un emperador, con toda su riqueza, su abundancia, todo lo que quiere lo tiene así, a toque de pito. ¿Cómo le vas a convencer, a ese vagabundo, que se despierte de ese sueño, cuando se lo cree? Por mucho que le muevas, le golpees, le grites, ¿se va a despertar? Momentáneamente quizás haga: “Aah sí, sí, sí, pero déjame seguir durmiendo, que este sueño…, me gusta muchísimo”. Así está la humanidad, como que está en un punto que no le da la gana despertarse, hasta que alguien le eche de la cama…, de una patada. Y dice: “Ahora sí que no tienes otra opción que despertarte”.
Esperemos no tener que esperar esa gran prueba, esa gran lección, para darnos cuenta. Hemos sobrevivido una primera guerra mundial, una segunda, ¿creéis que podríamos sobrevivir una tercera guerra mundial? Tenemos que movernos, despertarnos, unirnos, elevar la vibración, cambiar nuestro pequeño mundo…, para ser la mayoría, para evitar que tengamos que aprender esa lección. En la historia de las civilizaciones que habitaron la Tierra, tantas veces se han eliminado. ¿Cuántos maestros han caminado sobre la faz de la Tierra? ¿Alguno ha conseguido despertar a la humanidad? ¿Sí o no? Ninguno. Han intentado, han dejado su carne, han sacrificado su vida, han sido comprendidos demasiado tarde, una vez muertos. A veces se han muerto y han dicho: ‘Ayy si yo lo tuviera aquí y ahora, cuantas preguntas le haría, ahora sí que le haría caso”. Como Gandhi, como Matin Luther King. Una persona despierta no puede mentir. Tiene la obligación del sentimiento, la vibración de la verdad, y sólo puede decir la verdad.
Pero tenemos que entrar ahora en el nuevo pensamiento y sentir que ahora sí es posible, ¿estamos dispuestos? Estamos preparados para escuchar. Porque os digo una cosa, todos los grandes maestros, aunque ya se fueron, hoy por hoy están vivos caminando sobre la faz de la Tierra. Sois vosotros. Vosotros mismos tenéis ese gran poder de entre vosotros mismos, pero necesitáis despertaros para reconocer quienes sois realmente. Cuando uno ya sabe quién es, saben quienes son los demás. Cuando tú sabes quién eres tú, sabrás quienes son todos los demás. Y este mundo puede ser el paraíso que tenía que haber sido, desde un principio, pero estamos en ello. Nos hemos puesto de acuerdo para encontrarnos y vivir esta vida, como un paraíso. Esto forma parte del juego. Como decía mi hija: “Pasó el Ángel del Olvido”. Pero a veces, después de tantos maestros, tantos mensajes, tanta información…, tantas enseñanzas…, no han logrado despertar, porque cada uno está muy apegado, muy cerrado en su sueño, como si estuviera dentro de una cascara.
¿Cómo se puede romper esa cascara? Hay dos caminos: el camino de la espiritualidad, que es a través de meditación, yendo adentro, no buscando algo allí fuera, yendo adentro, buscándote esos cinco minutos al día para escucharte a ti mismo, para conectarte con tu ser verdadero, tu esencia, tu chispita de Dios -si quieres- tu ser superior, como dicen algunos. ¿Qué más da, el nombre? O el camino del sufrimiento, puede ser a través de enfermedad, discapacidad, desastres naturales, cataclismos, accidentes… ¿Cuántas personas han tenido un gran sufrimiento que luego han tenido un despertar? Después de un accidente, morirse, irse hasta el otro lado y luego volver, con plena consciencia. O tener un momento de expansión ele consciencia durante una crisis o una enfermedad. Y dice: “Uauuuu, ya lo sé”.
Estuve escuchando un vídeo, precioso, que era de un terrorista musulmán, que lleva estos últimos años viajando por todo el mundo, intentando hacerles entrar en razón, a los musulmanes, dentro de la religión Islam. Porque él había sido creado en esa creencia, esa religión, desde que nació. Tuvo que pasar por…, rígidamente, por lo que es una enseñanza militar, que odiaba a los cristianos y a los judíos. Dice: “Tienes el poder en tu mano, y si matas a un judío con esta mano, tienes el paraíso”. Les inculcan toda esta creencia. Es un lavado de cerebro. ¿Y qué pasó? Creció con esto, hizo toda su preparación militar. Y estuvo en los Estados Unidos, tuvo un accidente de coche y se rompió el cuello. Estaba lejos de su familia…, no tenía a nadie.
Finalmente conoció a una familia cristiana que le adoptó, le metió bajo su ala, se lo llevó a su casa. Le dieron amor, se fue recuperando. Le dieron de comer, le dieron cobijo, le dieron todo lo que necesitaba, y estuvo nueve meses con ellos en plena recuperación… Finalmente le dieron las llaves del coche, “viaja donde necesites, tienes las llaves de casa, eres libre, eres ahora nuestra familia”. Cuando finalmente se recuperó volvió a su país, y entró a su casa que estaba con capas y capas de polvo, entró allí y miró. Vio la imagen de Alá, y dice: “Por favor, si tú existes de verdad, manifiéstate, necesito conocerte porque no es posible lo que me han enseñado siempre, he estado con cristianos, he estado con judíos, y sólo me han dado amor. No puede ser lo que me han enseñado del Corán. Por favor manifiéstate”. Y de repente, se quedó allí con la impotencia y no vino nada, pero al día siguiente otra vez, dice: “Vale, me han enseñado el amor del Dios de los cristianos, de Abraham”, etc., etc., y nombra unos cuantos, pum pum pum. Y de repente entró una enorme luz que invadió toda su sala y le habló: “¿Y tú quién eres?”. Y dice: “Yo soy el que yo soy”. “Perdón es que no soy cristiano, es que no entiendo tu lenguaje”. “Yo soy el Alfa, la Omega, el Todo y la Nada, yo soy Amor”. En ese momento se arrodilló: “Pues, daré mi vida por ti”. Y dice: “No hace falta que des tu vida por mí, yo di mi vida por vosotros para que pudierais vivir. Y él ahora con su experiencia está viajando por todo el mundo diciendo: “Estáis equivocados, no hace falta que os matéis, sólo existe el amor, no importa tu religión, tu creencia, no importa”.
Ese fue su mensaje que él quiere transmitir a esos miles de millones de musulmanes, entre comillas, “equivocados” con su creencia de que hay que matar, que ellos tienen la única verdad y tienen que transmitir que todos somos uno, no importa la etiqueta que pongamos, que sólo tenemos que cuidarnos y tratarnos como una gran familia. Ha sido perseguido, maltratado, insultado por su gente, pero arropado por el resto de la gente que le apoya.
Esto me movió algo dentro y pensé: “¡Cuánto valor se tiene para que uno vaya en contra de lo que le han enseñado!”. Porque su vivencia, su experiencia es lo que le ayuda a transmitir con convicción lo que siente. Porque eso no se puede negar. Cuando uno siente algo lo transmite con esa absoluta certeza que está en su verdad.
Por lo tanto, hemos llegado al momento para cuestionar nuestras creencias, romper esa cascara que nos envuelve, saltar la pecera, descubrirnos a nosotros mismos, eliminar las etiquetas, salir del sueño, despertarse, y está pasando a muchas personas alrededor del mundo. No sé si habéis visto últimamente un vídeo nuevo, que ha salido, son 3 o 4 minutos, ¿conocéis el actor Jim Carrey? Vale. Pues él expone…, sale en Eckhart Tole Tv, explica que ha tenido una experiencia de lo que llamamos la expansión de la conciencia, uno se funde con el Todo. Vibra con el Todo, se siente pleno. Si vamos a lo que es una persona es microcosmos y expande con el gran cosmos, micro y macro, el efecto holográfico, lo pequeño está en el Todo. Tuvo esa experiencia momentánea antes, que es lo que uno experimenta en el proceso del despertar…, se quedó tan lleno de esa experiencia, que anda buscando repetir la misma experiencia muchas veces. Y dice que ha pasado una vez, y: “Sigo deseando volver a repetir”.
Eso está al alcance de todos, no hay que ser una persona, entre comillas, “especial”. No hay nadie especial, todos somos únicos, y cada uno tiene ese algo especial que le ayuda a conectarse con el Todo. ¿Cómo puedes ir adentro? Tienes que parar, cerrar la tele, cerrar la radio, buscar el silencio y no esperar nada, abandonarte a la Nada. Porque ese, ese momento mágico, ese espacio mágico se encuentra entre medio de pensamientos. El espacio entremedio. Y sólo en meditación o estando muy muy tranquilo, en un sitio muy tranquilo, en total paz, relajación, abandono, gozo, entras en ese espacio… ¡Y algo tan grande te llena!, que no creo que ni siquiera haya orgasmo equivalente, es un orgasmo espiritual. Ok, y lo podéis encontrar.
Somos tan grandes a ese nivel, y tan pequeñitos cuando nos comparamos con el resto del cosmos. Habréis visto esos vídeos en internet de…, la Tierra, y ves cómo es la Tierra allí fuera de la galaxia, y dices: “¡¿Y encima nos creemos grandes?!”. ¿Qué es lo que tenemos grandes?, dos cosas: la boca y el ego. Pero mientras no te identifiques con el ego, estás en el camino, el camino del despertar. Tantas veces cedemos todo nuestro poder a los demás porque dejamos sentirnos traicionados, ofendidos, criticados, insultados…, sólo son palabras, no tienen ningún sentido, sólo tienen el sentido que tú les des.
No permitas que nadie te haga daño, porque nadie realmente te puede hacer daño, salvo que tú se lo permitas, ¿entendéis?
Yo a menudo, -como recibo a mucha gente en la consulta- a veces ves allí el carácter del ser humano, la psicología del ser humano, y ves allí cómo se crean su auto sabotaje. Y, ¿cómo cambio esa mente? -me digo: “¡Cuánto trabajo…!”. Todo el rato…: “Ves mi vida es un desastre, me odian, no me escuchan, no me hacen caso, no me valoran”. “Epssss, tú se lo permites”. “¿Yo?, si no hago nada”. Vamos a cambiar el chip, eh.
¿Cómo se hace un reset colectivo? Haciendo un reset individual. Somos pura energía, en el cosmos hay una Ley Cósmica que dice: “Lo símil atrae a lo símil” ¿Quién conoce mejor a un ladrón…, que un ladrón? ¿Quién conoce mejor a un maestro…, que un maestro? Lo que tú vibras, lo vas a atraer a tu vida. Si tu vida está llena de mentirosos, ¿qué estás vibrando? ¡Mentiras! ¿A quién estás mintiendo? A ti mismo. Uno tiene que empezar con ser honesto con uno mismo. La primera lección de la humildad.
¿Qué eliges, ser feliz o tener la razón? “Ser feliz” – deberíamos ¿no?
¿Vas a permitir que unas circunstancias te eliminen tu felicidad o vas a cambiar tu sentimiento hacia esas circunstancias? Mejor, ¿verdad? Como dice un maravillo¬so…, canalizador, Bashar: “Las circunstancias no importan, sólo importa lo que tú sientes en ellas”. Tú puedes evaluar tu despertar midiendo tus reacciones que se presentan en las mismas circunstancias cuando vuelven una y otra vez. Si las circunstancias siguen remitiéndose, ¿qué es lo que se tiene que cambiar? ¿Las circunstancias o tú? Nosotros mismos. Cuando ya has superado tu reacción a las circunstancias, ¿qué pasa con las circunstancias? Cambian, dejan de estar presentes.
Es como el que cambia de ciudad, y se encuentra un señor en la calle y dice: “A ver, yo vengo de Tarragona, aquí a Barcelona a vivir”, y dice: “Vengo con una tremenda ilusión porque en Tarragona…, no veas lo que se vive allí: la gente es mal educada, la gente es sucia, la gente no contesta, la gente…” Y dice: “¿Qué tal Barcelona?”. Y contesta: “Pues lo mismo que en Tarragona”. “¿Ooooh de verdad?”. Pues viene otro y dice: “Me he cambiado de ciudad. Mira, antes vivía en Tarragona, es una ciudad encantadora. Mira la gente es majísima, se come muy bien, hay mucha paz, y bueno para cambiar de aires he venido a Barcelona, ¿qué tal es Barcelona?”. “Pues igual que Tarragona”. “¿De verdad? Uyy, cuanto me alegro”. ¿Cuál es el mensaje que hay allí? Como tú lo veas, como tú lo vibres, como tú lo sientas, tú llevas…, llevas la casa encima, como un caracol.
Cada uno tiene su propia versión de lo que es el despertar. Cada uno tiene que vivirlo a su manera, no os puedo enseñar cómo se despierta cada uno. Tú tienes que despertarte a tu manera, yo sólo puedo daros una idea. Soy una catalizado-ra a ratos, para inspirarte, para que tú encuentres tu propio camino. Pero tu camino no es el mío, y yo tengo mis propias pruebas y vosotros me ayudáis a mí, a encontrar mi camino. Si yo os enseñara cómo se despierta, os estaría influyendo, os estaría codificando, y precisamente, ¿hacia dónde vas? Es la descodificación. Eliminación de patrones, eliminación de enseñanza, fija, ortodoxa, dogma. Es darte tu propia libertad a decir lo que sientes, a hablar lo que piensas y vivir tu vida como un ser soberano. Desde tu libertad, siempre y cuando no hagas daño a nadie. Fluyendo. Vivir lo que sientes y sentir lo que vives.
El reset
¿Por qué nació el reset?
Llevo muchos años con consulta, y he trabajado mucho la parte de alimentación. Muchos pacientes cambiaron su forma de vida y su salud por simplemente unos cambios en las pautas en su alimentación. Otros pacientes necesitaban algo más y allí aportaba conocimientos de medicina natural…, otros pacientes…, todos los que pasen reciben el chequeo que hago de la técnica Zen, para encontrar la raíz del problema y en la mayoría de los casos de pacientes que no evolucionaban con la alimentación o con suplementación o modificación de sus hábitos y su espacio -dónde duermen, dónde…- la raíz de su problema reside en el plano “espiritual”. Verdaderamente cuando hablamos de lo espiritual estamos hablando de la más alta ciencia, la más elevada ciencia. Y los que tuvisteis el gran placer de conocer y escuchar a Nassim Haramein, podéis entender ahora la espiritualidad como ciencia, como siempre explicaba mi maestro: “No hay nadie en este mundo cualificado para hablar de lo espiritual, porque es la ciencia más elevada”. Y cuando escuché a Nassim, ya pillé la parte científica de lo que yo pude interpretar como el trabajo espiritual. Pero tenemos que poder viajar a otros niveles multidimensionales, para salir de las limitaciones del espacio-tiempo en 3D que es lo que nosotros podemos ver con nuestros ojos en 3D. Lo que no vemos con los ojos no significa que sea vacío, que esté vacío, que no haya nada. Todo ese espacio está lleno.
Lo símil atrae lo símil y se mueve a través de ese espacio, ese vacío que está lleno de energía. Lo que tú vibras lo proyectas allí fuera al vacío, y te viene de vuelta. Por eso la frase espiritual que dice: “Lo que das, te viene de vuelta”. Lo que das con pasión o sentimiento, emoción o con odio…, te viene de vuelta. Y la Ley Cósmica dice: “Acción-reacción”. Por lo tanto cuidado con lo que vibras, cuidado con lo que sientes, cuidado con lo que dices, cuidado a quien señales…, porque te estás señalando a ti mismo. Cuidado a quien critiques, recibirás crítica. Habla bien, da buenas razones a la gente, no juzgues.
En las mismas enseñanzas, en todas las creencias ya nos lo dicen continuamente: “No juzgar para no ser juzgado”. ¿Quién lo ha entendido? Lo están diciendo continuamente, en las creencias. Pero es como el loro que habla y lo aprendes porque toca aprenderlo, pero hay que practicarlo. Y es tan fácil entrar en la dinámica, sólo tenéis que observar un grupito de mujeres…, ¡qué peligro! Cuando una abre la boca y empieza con el: “No veas, has visto que me ha dicho…” ¿Cuánto tardan en entrar en dinámica juntas? Es muy fácil, es como un agujero negro, te chupa…, te pilla allí en esa parte débil y, te absorbe y terminas haciendo lo mismo.
Cuando hacemos el reset empezamos a ser conscientes, conscientes de lo que pensamos, conscientes de lo que decimos, y conscientes de nuestros actos, veinticuatro horas al día. Te conviertes en tu auto observador. Te empiezas a fijar en el escenario de tu vida, lo que hay manifestándose en tu realidad, es lo que tú estás alimentando al vacío y te viene de vuelta. Si no te gusta tu vida, eres tú que tienes que cambiar. Cambiar tu manera de vibrar. Tienes que aprender a vivir otra versión de tu realidad.
Cuando eliges, tomas la decisión de cambiar, uno dice: “¡Qué bien!, voy al camino del despertar. He tomado la decisión de alinearme con mis deseos y de verme extremadamente feliz y realizar mis sueños porque me da la santa gana. Porque no me gusta lo que estoy viviendo”. De repente, ¿qué pasa en tu vida? Una revolución. ¿Quién dijo que despertarse fuera fácil y agradable y alegre? Cuando ves que la gente más íntima que tenías a tu lado, se aparta, te miran como basura: ¿Qué pasa cuando tu familia no te comprende? “¿Ésta…? ¡Se ha vuelto chalada!, madre mía, ¿ésta la hemos criado nosotros?”. ¿Qué pasa cuando te dan la espalda los amigos de toda la vida, los compañeros, tus amigos? Te sientes solo pero en el momento de tu expansión de conciencia aunque físicamente estés solo, tú sabes que no estás solo, y estás más acompañado que nunca. Y de repente lo que tú resuenas, lo que tú alimentas al vacío, a ese espacio, empiezas a atraer a tu vida todo un montón de personas afines a esa vibración. Piensan como tú, te aportan y tú les aportas. Entonces, ¡nos volvemos todos un poquito más locos! Y te alegras de ser un poquito loco, más loco que los demás, ¡dichosa locura!
Dentro del mundillo espiritual, hay unas personas que dicen: “Oh no, yo de lo malo no quiero escuchar nada. Yo quiero vibrar en lo alto. Y, y yo pensaba…” en esas cosas. Hoy por hoy eso es un error: “Mira majo, viene un tornado”. “Los tornados son de la madre naturaleza”. “Sí, te va a pillar majo…” “Si me pilla, estaba en mi camino,… y tengo que aceptar…” Ey ya no, la nueva espiritualidad nos enseña a vivir dentro de la sociedad sin ser de ella. En el oriente lo comparan con ser flor de loto. Una flor de loto crece en el charco de fango y necesita y se alimenta. Y gracias a esa mugre y suciedad y mal olor, puede crecer una flor bellísima, enorme, grandísima y que regala su perfume, que anula el mal olor del charco. Entonces nuestra labor ahora, espiritual, es vivir en la sociedad siendo flor de loto. Eso sí que es despertarse, disfrutar, viviendo dentro de la mugre. ¿Y cómo puedes saber que estás disfrutando y viviendo en tu camino? Puedes saber que estás despierto cuando ya no te afecta y quieres ayudar a los demás a que se den cuenta de que no tiene porqué ser esto una pesadilla. Cambiar todo el enfoque.
Jesús, cuando estaba en la cruz dijo: “Perdónalos padre, es que no saben lo que hacen”. No saben lo que hacen, significa “son inconscientes”, porque si fueran conscientes, no estarían haciendo esto. Es un ejemplo dentro de lo que son nuestras religiones. ¿De acuerdo? Así que nosotros podemos ser ese cambio cuando ponemos la decisión y nos vamos alineando con nuestros deseos y sintiendo que ese cambio ya lo tenemos. Proyectamos que ya estamos, que lo tenemos ya manifestado, creyendo y creando a la vez. Todos juntos. Hay una frase que dice: “El rebaño unido obliga al león a acostarse con hambre.
¿Qué es miedo? Miedo es simplemente la ausencia del amor. Vamos al amor, desde dentro.
El reset colectivo
Vamos a ir adentro. Todo lo que estáis viviendo en este momento, sólo está existiendo en el presente. No hay nada más, no hay problemas, no hay hipoteca, no hay responsabilidades, sólo hay el presente. Siéntete… Ves adentro, vibra con el pulso del universo, el latido del corazón del planeta. Con la energía, resonando con el cosmos. Todos somos uno.
En tu mente siente que toda la basura que puede estar estorbando tu camino, la vamos a dejar en la papelera de reciclaje. Existe esa posibilidad, de que sólo soy un ordenador biológico, y si estoy aquí, ahora, en este momento, en este lugar, compartiendo con todos estos seres humanos, todos juntos, es porque yo lo he puesto en mi camino, para re-encontrarme, para recibir ese toque de que puedo volver al camino verdadero. Dejándolo atrás todo lo vivido, aceptando, perdonando y olvidando. Desde la comprensión. Cualquier incomodidad que hayas sufrido, falta de comprensión, sólo ha sido producto de la inconsciencia. Tanto la mía como la inconsciencia de los demás. Por lo tanto no hay culpables. Lo que he vivido ha sido mi propia co-creación con mi mente, desde sus limitaciones de mi realidad.
Puedo ahora rendirme, abandonarme a mí mismo, sintiéndome y vibrando con quién soy yo realmente. Ese gran ser, espiritual, que ha elegido vivir una experiencia física con una familia enorme, aquí en estos momentos, estos cambios, esta transformación al final del ciclo, 26000 años. El gran ciclo solar. Para encontrarme en este punto, para mi ascensión. Todo como un gran colectivo, vibrando con amor, nuestra propia esencia de amor puro. Pura consciencia. No hay nada allí fuera que no sea producto de mis propios pensamientos, que mis pensamientos crea, y a partir de ahora sólo pueden ser buenos. Me olvido de quién soy realmente, perdonaré, cancelaré esa información, la dejaré en la papelera de reciclaje, y de nuevo cocreo conscientemente lo que deseo vivir sintiendo que ya lo tengo.
Observo todo lo que hay alrededor. Observo gente, toda mi familia, mis compañeros y me veo a mí mismo en cada uno de ellos. Desde el amor. Realizo mis sueños, agradezco todo lo que tengo. Permito crear y co-crear a nivel individual y colectivo, siendo consciente, siendo yo mismo. Soy plenamente feliz, tengo todo lo que necesito. Comprendo y entiendo que la abundancia es sólo tener hoy lo que necesito para hacer lo que tengo que hacer hoy Esa es la abundancia. Disfruto y celebro la abundancia. Comparto. Y soy feliz por ello. Soy amor, soy luz, pureza, consciencia divina. Un ser extraordinario, libre de complejos, libre de sentimiento de inferioridad, sin dependencias. Digo lo que pienso. Siento y vibro con la intención de hacer lo mejor que sé desde el presente. Confío en la divina providencia, que sé que todo, absolutamente todo está perfecto.
A partir de ahora, disfruto una nueva vida, soy ejemplo, comparto mis experiencias, mi enfoque es hacia lo positivo, lo afirmativo. Doy las gracias a todas esas personas que encuentro en mi camino, por ser mis guías, mis maestros, mis compañeros, mi familia, todos llegan porque tienen que aportarte algo, para que algún día vuelvas a conocerte a ti mismo y saber quién eres tú realmente. Si sientes algo en tu corazón, si sientes una intuición, abre esa puerta, sigue, abandona tu mente, abandona el ego, lo que te hace vibrar forma parte de tu camino verdadero. Busca tu más elevada pasión y cuando encuentres algo que te estimule esa alegría esa pasión, ponle más pasión a la pasión. Disfruta de ver cómo se manifiesta en tu vida del día a día. Descubre la magia, celebra la magia. Se mago. La vida es preciosa. Gracias a todos vosotros por compartir vuestro momento en el presente conmigo, todos juntos. ¡Así sea!
Podéis abrir los ojos, y en este momento y a partir de este momento, todo lo que piensas, todo lo que digas, se va a hacer realidad. Se va a hacer realidad. Más vale que tus pensamientos y tus palabras sean buenos. Si te pillas en algún momento con el auto sabotaje, ¿qué tienes que hacer? CANCELAR y…, rectificar. Como dicen los niños: “Está chupado”.
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