LA PRIMERA LEY BIOLÓGICA
Todo cáncer ó enfermedad equivalente al cáncer se origina de un DHS (Síndrome de Dirk Hamer),
que es un choque serio, agudo, altamente dramático y vivido en soledad,
que toma al individuo de manera completamente inesperada. El choque del
conflicto ocurre simultáneamente en la psique, el cerebro y en el órgano correspondiente.
Un DHS
puede ser accionado, por ejemplo, por la pérdida inesperada de un ser
querido, por una separación no prevista, por un diagnóstico o pronóstico
para el cual uno no se está preparado, por un pánico repentino a la
muerte, por un enojo o preocupación inesperada, por un sentimiento
repentino de abandono, o por un temor o amenaza inesperada.
Inmediatamente,
el choque conflictual interrumpe las funciones biológicas normales del
organismo. Para poder manejar el evento, el cerebro activa
instantáneamente un programa especial de la naturaleza con sentido biológico,
creado para contender exactamente con esa situación en particular.
Desde el momento en que ocurre el DHS, todo el organismo se mantiene
ocupado.
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Nivel Psíquico: Psicológicamente, experimentamos estrés emocional y mental.
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Nivel Cerebral: En el momento justo de un DHS el choque de conflicto alcanza un área específica en el cerebro, provocando una lesión que es claramente visible en una tomografía computarizada del cerebro (TC) como un grupo de anillos concéntricos nítidos. Tal lesión anular es llamada Foco de Hamer (Alemán: Hamerschen Herd - HH; de hecho, el término fue acuñado por los oponentes del Dr Hamer quienes de manera burlona llamaron a dichas formaciones anulares "los dudosos Focos de Hamer").
Antes
de que el Dr Hamer identificara estas lesiones anulares en el cerebro,
los radiólogos los consideraban como artefactos creados por una falla en
la máquina. Pero Siemens,
un fabricante de equipos de tomografía computarizada, certificó que
estas lesiones objetivas no pueden ser artefactos porque aún cuando la
tomografía es repetida y tomada desde diferentes ángulos, la misma
formación anular aparece siempre en el mismo lugar.
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La localización exacta del Foco de Hamer está determinada por la naturaleza del conflicto.
Ejemplo: un conflicto de separación impacta siempre la corteza sensorial (ver la imagen de arriba). El tamaño de la lesión esta determinada por la intensidad y duración del conflicto.
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Nivel del Órgano: Que el órgano responda al choque de conflicto en forma de multiplicación celular (crecimiento tumoral), decremento celular (osteolisis, necrosis, ulceración) o de interrupción funcional (las llamadas enfermedades equivalentes al cáncer tales cómo diabetes, parálisis motoras, daño visual o auditivo) depende de qué zona cerebral (relacionada con una capa embrionaria concreta) reciba el choque y del tipo de tejido involucrado (endodermo, mesodermo, ectodermo). Para cada tipo de conflicto hay un tipo específico de enfermedad y un área específica del cerebro desde la que los procesos son controlados.
En el momento de un DHS, el (los) contenido(s) del conflicto determina(n) la localización del Foco de Hamer (HH) en el cerebro y la localización del cáncer o enfermedad equivalente al cáncer en el órgano.
El contenido del conflicto
se determina en el momento en que ocurre el choque de conflicto. En el
momento preciso del incidente, asociamos un cierto tema de conflicto
biológico tal como territorio, hambre, o pánico a la muerte, con el
evento. Por tanto, es nuestro sentimiento subjetivo detrás del conflicto
el que determina qué parte del cerebro recibirá el choque de conflicto
y, consecuentemente, qué órgano o tejido se afectará. Lo que una persona
puede experimentar como un conflicto de separación, puede ser
experimentado de manera muy distinta por otra persona. Incluso para una
tercera persona el evento puede ser totalmente irrelevante. Más aún, un
solo DHS puede impactar más de un área cerebral, dando como resultado
múltiples manifestaciones de enfermedad, con lesiones correspondientes
en las partes del cerebro.
Ejemplo: Si un hombre pierde su negocio de manera inesperada y el banco
se queda con todos sus bienes, puede desarrollar angina de pecho (como
resultado de un conflicto de pérdida de territorio), cáncer de hígado
(como resultado de un conflicto de morirse de hambre) y cáncer de hueso
(como resultado de un conflicto de auto devaluación), todos al mismo
tiempo.
Los conflictos biológicos son muy diferentes de los problemas psicológicos o de las situaciones de estrés cotidianas. Los
problemas psicológicos para los cuales tenemos tiempo de prepararnos
(aún si es sólo por unos segundos) no dejan marca en el cerebro y,
consecuentemente, no causan enfermedad. Desde luego, un cierto problema
psicológico puede predisponer a una persona a ser más susceptible a un
tipo particular de choque de conflicto.
El desarrollo del conflicto determina el desarrollo exacto del Foco de Hamer (HH) en el cerebro así como el desarrollo exacto del cáncer o la enfermedad equivalente al cáncer en el órgano.
El desarrollo en los tres niveles -psique, cerebro y órgano- se lleva a cabo siempre de manera sincronizada.
Conforme avanza el conflicto, tanto la lesión en el cerebro como la
alteración en el órgano progresan -por ejemplo, un crecimiento tumoral-.
Tan pronto como hay estancamiento en un nivel, el desarrollo en los otros dos niveles disminuye.
Debido
a que el cerebro desempeña un papel tan decisivo en resolver cada
situación, la lateralidad tiene que ser tomada en cuenta siempre.
Nuestra lateralidad manual determina en qué lado del cerebro se impacta
el conflicto, y qué parte del cuerpo estará afectada. Por lo tanto, en
la terapia de la NMG, determinar la lateralidad del paciente es muy
importante.
Una
persona diestra responde a un conflicto con su madre o hijo con la
parte izquierda del cuerpo, y a un conflicto con una pareja cualquiera
(excepto la madre o el hijo) con el lado derecho. Esto es al revés en la
gente zurda. Ejemplo: si una mujer diestra de repente se preocupa por
la salud de su hijo, su seno izquierdo se afectará. En un escáner cerebral, la lesión correspondiente (Foco de Hamer) se encontrará en el hemisferio derecho, en la parte del cerebro que controla el tejido glandular mamario del seno izquierdo.
Siempre hay una correlación cruzada del cerebro con el órgano.
Estas reglas solo son aplicables al cerebelo y al cerebro (diagrama). En el tallo cerebral, la parte más antigua del cerebro la lateralidad es insignificante.
La
lateralidad manual puede ser fácilmente establecida con la prueba del
aplauso. La mano que está arriba es la mano principal y revela si la
persona es diestra o zurda.
© Dr en Medicina. Magister en Teología. Ryke Geerd Hamer
LA SEGUNDA LEY BIOLÓGICA
La Ley de las dos fases de todas las enfermedades
Cada enfermedad se desarrolla en dos fases, siempre que exista solución del conflicto
Es el estado de nuestro ritmo normal día-noche.
Como se muestra en la figura de arriba, la "simpaticotonía" se alterna
con la "vagotonía". Los términos se refieren a nuestro Sistema Nervioso
Autónomo (SNA), el cual controla las funciones vegetativas tales como el
ritmo cardiaco o la digestión. Durante el día nuestro organismo se
encuentra en un tono de estrés simpático tónico ("lucha o huida"),
mientras en el sueño se encuentra en un tono de descanso vago tónico
("descanso y digestión").
Un conflicto inesperado o DHS interrumpe inmediatamente el ritmo normal día-noche, e inicia la fase activa del conflicto. El choque dispara el inicio de un Programa Biológico Especial y Significativo, que
permite al organismo (psique, cerebro y órgano) incrementar el
funcionamiento diario y enfocarse de lleno en contender con la situación
imprevista.
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Nivel Psíquico: La fase activa del conflicto es experimentada como estrés emocional y ocupación mental constante sobre el conflicto.
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Nivel Vegetativo: Durante la fase activa del conflicto el sistema nervioso se encuentra en simpaticotonía constante, un ritmo del día continuo. Insomnio, falta de apetito, pérdida de peso, ritmo cardiaco acelerado, presión sanguínea elevada, disminución del azúcar en la sangre, o náuseas son los síntomas típicos de la fase AC. A esta fase se le llama también fase FRIA, porque durante el estrés los vasos sanguíneos se constriñen dando como resultado manos y pies fríos, temblores, escalofríos, piel y sudores fríos. Desde un punto de vista biológico, el tono de estrés prolongado, particularmente las horas extras en vigilia y la preocupación por el conflicto, generan condiciones ideales para resolverlo.
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Nivel Cerebral: La lesión en el cerebro o Foco de Hamer aparece en un escáner cerebral como un grupo de anillos definidos en diana. La localización de la lesión está determinada por la naturaleza exacta del conflicto. El tamaño, por la intensidad y duración del conflicto (masa conflictual).
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Nivel Orgánico: Los órganos dirigidos por el cerebro antiguo (tallo cerebral y cerebelo) tales como el colon, los pulmones, el hígado, o las glándulas mamarias, muestran multiplicación celular (crecimiento tumoral). Los órganos dirigidos desde el cerebro (médula cerebral y corteza cerebral), tales como los huesos, los nódulos linfáticos, los bronquios, o el cérvix, muestran decremento celular en forma de osteolisis, necrosis o ulceración.
Si
no somos capaces de resolver el conflicto, o si no se puede alcanzar
una solución viable (Ej. No podemos dejar nuestro trabajo o una relación
triste), tenemos la oportunidad de degradar conscientemente el
conflicto, ya sea de manera intelectual, psicológica o espiritual. Degradando el conflicto
disminuimos su intensidad y, consecuentemente, los síntomas tanto a
nivel cerebral como orgánico. Podemos vivir con dicho conflicto reducido
hasta una edad avanzada, por ejemplo, con un tumor en el colon, siempre
y cuando no cause ninguna obstrucción mecánica, o no esté involucrado
un órgano productor de hormonas como por ejemplo la tiroides. Pero
tenemos que tener en mente que transformar un conflicto en un conflicto
pendiente sólo puede representar una segunda mejor alternativa, porque la curación sólo puede lograrse cuando el conflicto se resuelve por completo.
El Objetivo de la Terapia en la Germánica Nueva Medicina ® es identificar el DHS original y encontrar una solución al conflicto que sea tan real y práctica como sea posible.
Por ejemplo, un hombre que pierde su negocio y sufre una pérdida de
territorio, debe encontrar una nueva ocupación; el choque provocado por
un inesperado y temprano retiro laboral puede ser resuelto estableciendo
un nuevo dominio, como el unirse a un club o realizar un pasatiempo
largo tiempo aplazado. Tan pronto como el conflicto es resuelto, la
curación sigue su curso natural.
La solución del conflicto es el punto crucial que inicia la fase de curación. Como la fase activa del conflicto, el progreso de la fase de curación se lleva a cabo de manera sincrónica en los tres niveles.
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Nivel Psíquico: La solución del conflicto viene acompañada de un sentimiento de gran alivio.
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Nivel Vegetativo: El tono vegetativo cambia instantáneamente a una vagotonía prolongada, un ritmo de noche continuo. Fatiga, debilidad y buen apetito son los síntomas típicos. La fase de curación es también llamada Fase TIBIA, porque durante la vagotonía los vasos sanguíneos son dilatados dando como resultado manos y piel tibias, y posiblemente fiebre. Desde un punto de vista biológico, el tono de descanso prolongado, particularmente la fatiga y el buen apetito, ayudan al proceso de reparación y restauración de la salud.
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Nivel Cerebral: Paralelamente a la psique y al órgano, la lesión cerebral también comienza a sanar. Durante la primera parte de la fase de curación (pcl-fase A) son atraídos al área agua y fluido seroso, creando un edema cerebral para proteger al tejido cerebral durante el proceso de reparación. Es este aumento de volumen del edema cerebral el que produce los síntomas de curación cerebrales típicos como dolores de cabeza, mareos o visión doble. En un escáner cerebral, los anillos diana definidos que yacen bajo el edema aparecen borrosos, indistintos y oscuros en la fase de solución.
Es iniciada en el punto más bajo de la fase de curación. Con el inicio de la crisis el individuo es instantáneamente llevado hacia la fase activa del conflicto con sus síntomas típicos de estrés como temblores, sudores fríos o náusea. ¿Cuál es el propósito de esta repentina recaída en el conflicto? A la altura de la fase vagotónica, el aumento de volumen del edema cerebral
ha alcanzado su máximo tamaño. En este momento exacto, el cerebro
activa una presión de estrés breve y potencialmente intensa que presiona
el edema hacia afuera. Esto es seguido de una fase urinaria durante la cual el cuerpo elimina todo el exceso de fluido que fue almacenado durante la primera parte de la curación pcl- fase A. Cada tipo de conflicto y cada tipo de enfermedad tiene un tipo específico de crisis epileptoide.
Los ataques cardiacos, los shocks, las crisis asmáticas, los ataques de
migraña y las crisis epilépticas son sólo algunos ejemplos de esta
crisis de curación. Después de la crisis epileptoide, el paciente
recupera fuerza gradualmente y está en camino directo a la
normalización.
Después de que el edema cerebral ha sido expulsado, se inicia la segunda parte de la fase de curación (pcl-fase B).
Ahora la neuroglía, tejido conectivo que siempre está presente en el
cerebro, se instala en el sitio para terminar la reparación de la lesión cerebral
provocada por el choque del DHS. La masa de acumulación de las células
de la neuroglía está determinada por la intensidad y duración de la
precedente fase activa del conflicto. Es este almacenamiento de neuroglía lo que comúnmente se llama tumor cerebral
Nivel del Órgano: Durante la fase de curación, los tumores dirigidos por el cerebro antiguo
(tallo cerebral y cerebelo) como los de colon, pulmones, hígado o
glándulas mamarias, que se desarrollaron durante la fase de conflicto
activo son degradados por hongos y micobacterias especializados.
Si no se dispone de los microbios necesarios, el tumor permanece en su
lugar y se encapsula sin realizar más división celular. La pérdida de
células dirigida por el cerebro (médula
cerebral y corteza cerebral) como la osteoporosis, la necrosis de ovario
o la ulceración en el estómago, que ocurrieron durante la fase activa
de conflicto (diagrama) es rellenada, restituida y reconstruida con la ayuda de bacterias o virus especializados.
En general, la fase de curación es considerablemente más peligrosa
que la fase activa del conflicto. Debido a que la fase de reparación
frecuentemente está acompañada de aumento de volumen, inflamación,
infecciones, fiebre y dolor, la mayoría de estas enfermedades se
detectan cuando ya están sanando.
La duración y severidad de la fase de curación están determinadas por la intensidad y duración de la precedente fase activa del conflicto, por la seriedad de la crisis epileptoide, y las complicaciones o recaídas del conflicto durante la fase de curación (raíles).
Debido a que la medicina convencional falla en reconocer el patrón bifásico de cada enfermedad,
los doctores convencionales sólo ven una de las dos fases. Ellos ven ya
sea un paciente estresado con un tumor en crecimiento (fase activa del conflicto),
sin saber que hay una fase de curación más adelante, o ven a un
paciente con fiebre, infección, inflamación, descarga, dolores de cabeza
u otros (fase de curación), ignorando la
precedente fase activa del conflicto. Revisando sólo una de las dos
fases, los síntomas que pertenecen a una fase son vistos como una
enfermedad en sí misma, por ejemplo la osteoporosis o la angina de
pecho, que sólo ocurren durante la fase activa del conflicto, o la artritis, el linfoma y el cáncer cervical que sólo ocurren en la fase de curación.
Esta falta es particularmente trágica cuando un paciente que cursa la fase de curación es diagnosticado de un cáncer maligno,
aunque de hecho éste sea un tumor en curación que naturalmente se
degrada durante el curso del proceso de curación. Si la medicina
convencional tomara en cuenta al cerebro como el lugar desde donde se
origina y se controla la enfermedad, reconocería que las dos fases son
una sola enfermedad, verificable por un escáner cerebral en el que el Foco de Hamer
se encontraría en el mismo lugar en las dos fases, indicando si el
paciente está todavía en conflicto activo (anillos concéntricos en
diana) o se encuentra ya sanando (anillos edematosos).
En el momento del choque del conflicto (DHS),
la mente se encuentra en un estado de atención agudo. Altamente alerta,
nuestro subconsciente recoge todos los componentes que rodean al
conflicto, tales como sonidos, olores, gente y objetos, y los almacena
hasta que el conflicto se ha resuelto totalmente. Las huellas que quedan como consecuencia del DHS son llamadas raíles. Si estamos en la fase de curación
y de repente activamos uno de los raíles, ya sea por contacto directo o
por asociación, el conflicto se reactiva e instantáneamente somos
llevados hacia la fase activa del conflicto. Esta recaída del conflicto es llamada comúnmente alergia
o reacción alérgica. El alérgeno puede ser una sustancia en la comida,
cierto polen, cabellos de animales, algún perfume, la ex esposa, un
colega, quien sea o lo que sea que hubiese estado involucrado cuando
ocurrió el choque del conflicto. Usualmente la actividad de recaída del
conflicto es corta. Lo que llamamos alergia como flujo nasal, asma o
ruboración son ya, de hecho, síntomas de curación. El propósito
biológico de la alergia es servir como advertencia, de manera que se
pueda evitar experimentar la misma situación peligrosa por segunda
ocasión. En la naturaleza, estos sistemas de alarma son vitales para la
supervivencia.
Ejemplo: Una
alergia al pelo de animal puede expresarse como eczema si la persona en
cuestión estuvo sosteniendo a una mascota cuando experimentó un
conflicto de separación. El cabello del animal sirve como raíl,
provocando episodios repetitivos de eczema hasta que el conflicto no se
resuelva Cuando la exposición al pelo de animal produce tos u otros
desórdenes bronquiales entonces podemos concluir que la mascota estuvo
involucrada (posiblemente como refugio) cuando un conflicto de miedo
territorial se llevó a cabo, por ejemplo, cuando un niño tiene miedo de
perder a uno de sus padres debido a que estos se divorcian.
Los raíles siempre tienen que tomarse en consideración cuando estamos enfrentándonos a condiciones recurrentes como migrañas, crisis epilépticas, hemorroides, infecciones de vejiga o resfriados recurrentes. Cualquier recaída de cáncer tiene que ser vista desde esta perspectiva. Los raíles también juegan un papel principal en condiciones "crónicas" como la arteriosclerosis, la artritis, el Parkinson o la Esclerosis Múltiple.
Un conflicto que está continuamente en resolución debido a recaídas repetitivas es llamado una curación pendiente. Por lo tanto en la Germánica Nueva Medicina ®, reconstruir el evento del DHS junto con todas sus pistas es una medida terapéutica significativa.
Al completarse la fase de curación se reestablecen la normotonía y el ritmo día-noche normal.
Después de la fase de curación los tejidos y órganos involucrados son
más fuertes que antes. Éste es de hecho el propósito biológico. Debido a
que el conflicto particular es ahora un punto vulnerable, el tejido
fortificado sitúa al individuo en una posición mucho mejor en caso de
cualquier repetición de otro DHS de esa naturaleza. En una Tomografía Computarizada del cerebro la cicatriz de una lesión cerebral curada aparece como un pequeño anillo que desaparece con el tiempo.
LA TERCERA LEY BIOLÓGICA
El Sistema Ontogenético de Tumores y Enfermedades Equivalentes al Cáncer
La
Tercera Ley Biológica de la Germánica Nueva Medicina ® une los
descubrimientos de las dos primeras leyes dentro del contexto de la
embriología y la evolución del hombre. Ilustra la correlación biológica
entre la psique, el cerebro y el órgano, desde un punto de vista evolutivo.
El diagrama inferior muestra la división del cerebro en TRES CAPAS GERMINALES (ver también diagrama inferior).
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Tres Capas Germinales: Por la ciencia de la Embriología sabemos que dentro de los primeros diecisiete días del estado embrionario se desarrollan tres capas germinales (Endodermo, Mesodermo y Ectodermo)
a partir de las cuales se originan todos los tejidos y órganos. Cuando
un feto se desarrolla durante la fase embrionaria (ontogénesis), el
organismo que crece pasa a través de todas las etapas de la evolución, a
una velocidad muy acelerada (filogénesis). Durante este viaje a través
de la evolución -desde una criatura unicelular hasta un ser humano
completo- las tres capas germinales dirigen paso a paso el desarrollo de
todo el organismo.
La
mayoría de nuestros órganos, notablemente el colon, emanan sólo de una
de las tres capas germinales; otros como el corazón, el hígado, el
páncreas o la vejiga están hechos de diferentes partes derivadas de
diferentes capas germinales.
Hoy en día estas partes, que emergieron en el tiempo por razones
funcionales son consideradas como un órgano, aunque frecuentemente
tengan su centro de control en áreas ampliamente separadas del cerebro.
Por otro lado existen otros órganos que se encuentran muy distantes uno
de otro en el cuerpo como el recto, la laringe y las venas coronarias
pero que son controlados desde áreas muy cercanas en el cerebro.
La teoría estándar
de las metástasis sugiere que las células cancerígenas de un tumor
primario viajan a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático a
otras partes del cuerpo donde éstas producen un crecimiento canceroso
en el nuevo sitio (teóricamente, esta suposición implicaría un riesgo
potencial de contraer cáncer a través de una transfusión sanguínea). La
Germánica Nueva Medicina ® no cuestiona el hecho de cánceres secundarios
y terciarios. Desde luego, de acuerdo a las Cinco Leyes Biológicas, los cánceres secundarios y terciarios no son el resultado de células cancerosas que migran, sino de un segundo o tercer DHS, frecuentemente iniciado por un choque en el momento del diagnóstico o del pronóstico,
que pone al individuo en una situación total de pánico, causando un
nuevo conflicto o, más aún, varios nuevos conflictos, llevándolo a
presentar cánceres adicionales. Por ejemplo, un diagnóstico de choque de cáncer puede disparar un "conflicto de terror a morir" llevando al desarrollo de un cáncer de pulmón.
También
sabemos por la ciencia de la Histología que las células cancerosas no
pueden mutar hacia otro tipo celular. Nunca pueden cruzar su umbral de capa germinal, o cambiar su estructura histológica. Las células cancerosas que crecen en el colon y pertenecen al endodermo (dirigido desde el tallo cerebral) no pueden, bajo ninguna circunstancia, transformarse en células óseas que se originan del mesodermo del cerebro nuevo (dirigido desde la médula cerebral).
En
otras palabras: el cáncer de colon no puede "esparcirse" a los huesos.
Desde luego un paciente con cáncer que de repente se sienta devaluado
debido a que está enfermo ("No valgo nada", "no sirvo para nada"), puede
sufrir un conflicto de auto devaluación, dando cómo resultado cáncer de hueso.
Si la auto devaluación es menos severa, los nódulos linfáticos serán
los que más probablemente sean afectados. Por tanto, una mujer que
experimenta un choque por el diagnóstico de cáncer de mama, o que sufre una pérdida
de valoración de sí misma tras la amputación de la mama, desarrolla a
menudo un linfoma cerca del sitio donde ella tenía el tumor. Gracias a
la Germánica Nueva Medicina ®, comenzamos a entender porqué
estadísticamente las mujeres con cáncer de mama frecuentemente tienen
este tipo de cáncer secundario.
MESODERMO CEREBRAL ANTIGUO:
Después de que nuestros ancestros evolutivos dejaron el ambiente
acuático, se necesitó de una piel para protegerlos de la radiación solar
excesiva y de la deshidratación. La primera piel fue también diseñada
para proporcionar protección contra ataques. Los órganos y tejidos que se derivan del mesodermo cerebral antiguo son la piel del corium (piel profunda), la pleura (membrana en el tórax), el peritoneo
(membrana en la cavidad estomacal) así como el pericardio (membrana
alrededor del corazón). Con la evolución de los mamíferos las glándulas mamarias
se desarrollaron a partir de la piel profunda; el pezón, del cual la
succión puede extraer leche, es también una protrusión de la piel
profunda (comparada con la epidermis y el recubrimiento de los conductos
lactíferos, estos se desarrollaron en una etapa mucho más tardía en la
evolución y son consecuentemente controlados desde la parte más joven del cerebro).
Todos los órganos que se derivan del mesodermo cerebral antiguo son controlados desde el cerebelo (cerebelo y tallo cerebral son referidos como "Cerebro Antiguo". En el cerebelo son aplicables las reglas de lateralidad.
Los conflictos biológicos del cerebelo se relacionan con los llamados "conflictos de ataque"
(tanto en un sentido real como figurado), reflejando la función
protectora de la piel del cerebelo. Por ejemplo, un "ataque contra el
abdomen" figurado puede ser ocasionado por un diagnóstico imprevisto de
un tumor en el colon; un simbólico "ataque contra el pecho" puede ser
ocasionado por una amputación de seno o una crisis asmática severa; un
"ataque contra el corazón" figurado, con el anuncio inesperado de una
operación de puente, o junto con un ataque cardiaco. Las glándulas
mamarias, sinónimos de cuidado y nutrición, responden a "conflictos de
nido" ó "conflictos de preocupación y argumentación".
Formaciones histológicas:
Todos los órganos y tejidos que derivan del mesodermo cerebral Viejo y
están controlados por el cerebelo muestran multiplicación celular en
forma de tumor durante la fase activa del conflicto . De esta forma, el melanoma, los tumores de las glándulas mamarias o los tumores del peritoneo,
pleura y pericardio (los llamados mesotelioma); todos se originan de
conflictos que impactan el área cerebral correspondiente en el cerebelo.
Con la solución del conflicto, el tumor detiene su crecimiento. Durante
la fase de curación las ahora superfluas células son degradadas por microbios especializados (diagrama, bacteria).
Todos los tumores controlados por el cerebelo crean potencialmente
exceso de fluido en la fase de curación, provocando efusión pleural,
peritoneal o pericárdica.
Mientras existe incremento celular (crecimiento tumoral) durante la fase activa del conflicto, hay decremento celular (degradación del tumor) durante la fase de curación.
Si no se dispone de los microbios necesarios, debido quizá a la
vacunación, el tumor permanece en su sitio sin más aumento celular.
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MESODERMO CEREBRAL NUEVO:
El siguiente paso en la evolución fue el desarrollo de una estructura
muscular y esquelética que le permitiera a la criatura moverse- gatear,
caminar, correr. Los órganos y tejidos que se desarrollaron a partir del mesodermo cerebral nuevo son los huesos,
el cartílago, los tendones, el tejido conectivo, los músculos
estriados, la musculatura del útero, vejiga y recto, el músculo liso de
los intestinos, el miocardio, el parénquima del riñón, la corteza
adrenal, los ovarios y testículos, el sistema linfático completo, con
los vasos linfáticos, el bazo así como las venas y arterias (excepto los
vasos coronarios).
Todos los órganos y tejidos que se derivan del mesodermo cerebral nuevo, son controlados desde la médula cerebral, que es la parte interior del cerebro. En la médula cerebral son aplicables las reglas de lateralidad.
Los conflictos biológicos de la médula cerebral tienen que ver predominantemente con "conflictos de auto devaluación".
Una pérdida repentina del valor propio puede ser iniciada por una
observación injusta, por ser degradado, por fallar en el trabajo, en los
deportes o en la escuela, o cuando nos sentimos sin apoyos. La
transición hacia el retiro, el envejecimiento o la enfermedad ("No
sirvo") provee situaciones infinitas que pueden disparar una pérdida de
la propia confianza.
Que la auto devaluación afecte los huesos,
los músculos, el cartílago, los tendones o los nódulos linfáticos,
depende del grado del conflicto; la localización exacta se determina por
el tipo específico de conflicto de auto devaluación. Por ejemplo, un
"conflicto de diestro", frecuentemente experimentado con falla para
desempeñar una tarea manual, tal como teclear o realizar un trabajo
manual fino, afecta la mano y los dedos; un "conflicto de auto
devaluación intelectual" (suspender un examen, perder un juego, ser
degradado por un maestro o entrenador) afecta al cráneo o las
cervicales.
Los
ovarios y los testículos responden a un "conflicto profundo de pérdida"
(la pérdida inesperada de un ser amado, incluyendo a una mascota), el
bazo se relaciona con un "conflicto de lesión o de sangrado" (sangrado
profuso o, en un sentido transpuesto, un resultado inesperado de un
examen de sangre), el tejido del riñón responde a un "conflicto de agua o
de fluido" (Ej. una experiencia de casi ahogarse), los músculos del
corazón están ligados al "conflicto de ser completamente rebasado" (un
evento altamente estresante), y la corteza adrenal responde al
"conflicto de haber ido en la dirección incorrecta", (Ej. descubrir que
se eligió la terapia incorrecta).
Formaciones histológicas: En el cerebro tenemos una nueva situación.
Todos los órganos que derivan del mesodermo cerebral nuevo, y que son
controlados desde la médula cerebral, muestran degradación celular en la
fase activa del conflicto (al revés de lo que ocurre en órganos que son controlados por el cerebro antiguo).
La pérdida de tejido como en la osteoporosis, cáncer de hueso, atrofia
muscular, necrosis del bazo, ovarios, testículos o tejido del riñón,
todos se originan en la médula cerebral. Con la solución del conflicto
el proceso de degeneración se detiene. Durante la fase de curación
la pérdida de tejido es recuperada y restaurada con la ayuda de
microorganismos especializados. El proceso de reparación se acompaña
frecuentemente de aumento de volumen, inflamaciones, infección,
descarga, fiebre y dolor. Condiciones tales como el Hodgkin o linfoma,
osteosarcoma, cáncer de ovario o testicular, leucemia, crecimiento del bazo, o artritis son síntomas de la fase de curación.
Mientras en la fase activa del conflicto hay decremento celular (necrosis, osteolisis), existe aumento celular en la fase de curación.
Si los microbios necesarios no se encuentran disponibles, la curación
se lleva a cabo aún, pero no en un grado biológicamente óptimo.
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© Dr en Medicina. Magister en Teología. Ryke Geerd Hamer
LA CUARTA LEY BIOLÓGICA
El Sistema Ontogenético de los Microbios
La
Cuarta Ley Biológica de la Germánica Nueva Medicina ® señala el papel
de los microbios en el contexto de la evolución y en relación a las tres capas germinales (endodermo, mesodermo, ectodermo) a partir de las cuales se originan nuestros órganos.
El
diagrama abajo ilustra la clasificación de los microbios en relación a
su edad ontogenética y las particularidades de su capa germinal
específica.
Cuando
se desarrollaron nuestros órganos a través del curso de la evolución,
con ellos se desarrollaron tipos muy específicos de microbios. El
propósito biológico de los millones de microorganismos que viven en
nuestro cuerpo es mantener a todos los diferentes tejidos y tenerlos en
buen estado. Dado el propósito de coexistencia del hombre y los
microbios, la Germánica Nueva Medicina ® identifica a los hongos, las bacterias y los virus como aliados leales, indispensables para nuestra supervivencia.
Es un descubrimiento de la Germánica Nueva Medicina ® que los microbios se vuelven activos sin excepción sólo en la fase de curación. En la fase de normotonía, así como en la fase activa del conflicto, se encuentran inactivos y no causan ninguna infección. Pero en el momento de solución del conflicto (CL),
éstos reciben una señal del cerebro para comenzar a trabajar en el
tarea que les fue asignado. Los microbios patogénicos (activos) son
totalmente inofensivos para el resto de los órganos.
Los HONGOS y las MICOBACTERIAS
(grupo amarillo) son los microorganismos más antiguos. Trabajan en
órganos y tejidos que se originan del endodermo dirigido desde el tallo
cerebral, y en los órganos mesodérmicos del cerebro antiguo dirigidos
desde el cerebelo. Hongos como Cándida, o micobacterias como las bacterias tuberculosas, descomponen los tumores del colon, pulmones, riñones, tumores hepáticos, tumores de las glándulas mamarias, o el melanoma.
Durante la fase de curación, degradan las
células extra que no se necesitan. Usualmente este proceso de
descomposición se acompaña de fiebre y sudores nocturnos. Lo que hace
notables a las micobacterias como las bacterias tuberculosas es que
comienzan a multiplicarse inmediatamente en el momento del choque del
conflicto. Se multiplican a un ritmo paralelo al crecimiento del tumor.
En el momento en que se resuelve el conflicto, se encuentra disponible
la cantidad exacta de bacterias tuberculosas que se necesita para
descomponer las células del tumor. Si los microbios están ausentes
debido, por ejemplo, a que fueron erradicados por medio de la
vacunación, el tumor se encapsula en tejido cicatrizal, y se queda en el
lugar sin tener más aumento celular. En este caso el tumor será visto
como benigno.
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Las BACTERIAS (grupo naranja) habitan los órganos y tejidos que derivan del mesodermo cerebral nuevo, dirigido desde la médula cerebral.
En el tejido del mesodermo cerebral nuevo, las bacterias, (como por ej.
los estafilococos) llenan los espacios en el hueso que fueron causados
por la degradación de células callosas, y reconstruyen el hueso con la
formación de tejido calloso de granulación. Las bacterias ayudan también
al proceso de reparación formando tejido cicatricial. Durante la fase de curación, las bacterias reconstruyen también la pérdida celular (necrosis) del tejido testicular y del ovario.
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En lo que respecta al papel de los "virus", el Dr Hamer prefiere hablar de "virus hipotéticos"
debido a que recientemente la existencia de los virus ha sido
cuestionada. Esto se encuentra en conformidad con los tempranos
descubrimientos del Dr Hamer sobre el proceso de reconstrucción de los
tejidos del ectodermo,
controlados por la corteza cerebral (por ejemplo, el de la epidermis,
el cérvix del útero, el recubrimiento de los conductos biliares
intrahepáticos, el epitelio de la curvatura menor del estómago, la
mucosa bronquial, y la membrana mucosa nasal), que se lleva a cabo aún
sin la presencia de virus; por ejemplo, el virus del "herpes", de la "hepatitis" o del "resfriado" común, etc.
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El dilema en el que se encuentra la ciencia médica es que al no reconocer las dos fases de cada enfermedad (Segunda Ley Biológica), la medicina convencional sólo ve la segunda fase, porque es sólo en la fase de curación
durante la cual los microbios se encuentran activos. Y debido a que las
actividades de los microbios son acompañadas frecuentemente de aumento
de volumen, fiebre, inflamación, formación de pus, descarga y dolor, los
microbios son considerados malévolos y son vistos como los causantes de
las enfermedades infecciosas. Pero no son los microbios quiénes
causan la enfermedad. Por el contrario, nuestro organismo utiliza los
microbios para optimizar el proceso curativo.
© Dr en Medicina. Magister en Teología. Ryke Geerd Hamer
LA QUINTA LEY BIOLÓGICA
La quintaesencia
Cada llamada "enfermedad" tiene que ser entendida como un PROGRAMA BIOLÓGICO SIGNIFICATIVO DE LA NATURALEZA, creado para resolver un conflicto biológico inesperado.
Ejemplo:
Una mujer camina de la mano de su hijo por la acera. De repente el niño
deja de tomarla de la mano, corre hacia la calle y es alcanzado por un
automóvil. En el momento que la madre ve a su hijo herido ella sufre, en
términos biológicos, un conflicto de preocupación madre-hijo y en una
fracción de segundo el programa biológico especial para este conflicto
en particular es encendido.
Un DHS de preocupación madre-hijo siempre impacta en el área del cerebro que controla la función de las glándulas mamarias.
Debido a que, en términos biológicos, una cría lastimada se recupera
más rápido cuando recibe más leche, se estimula inmediatamente la
producción de leche extra incrementando el número de células de las
glándulas mamarias. Aunque la madre no esté dando lactancia, el evento
acciona el inicio de esta respuesta como lo ha estado haciendo durante
millones de años. Mientras la mujer se encuentre en la fase activa del conflicto
(por ej. porque el niño se encuentra todavía en el hospital), las
células mamarias se continuarán dividiendo y multiplicando, formando lo
que comúnmente se denomina un tumor de glándula mamaria. Si la mujer es
diestra, el tumor estará en su seno izquierdo; si la mujer es zurda su
seno izquierdo será el afectado (Lateralidad).
Tan
pronto como el conflicto es resuelto (digamos que, el niño deja el
hospital), el tumor deja de crecer inmediatamente. Debido a que el niño
se encuentra fuera de peligro, no hay más necesidad de producir células
extra de las glándulas mamarias. Durante la fase de curación las ahora superfluas células son degradadas con la ayuda de micobacterias,
las cuales han sido entrenadas para hacer exactamente eso. Si la fase
de reparación no es interrumpida, por ejemplo por medio de activar un
raíl, el tumor será completamente eliminado cuando el proceso de
curación se haya completado
Existe un aspecto casi espiritual para estas simples verdades...
Todas
las llamadas enfermedades tienen un significado biológico especial.
Mientras antes considerábamos a la Madre Naturaleza como falible, y
teníamos la audacia de creer que ésta constantemente comete errores y
causa descomposturas (crecimientos cancerosos degenerativos, malignos y
sin sentido, etc.) ahora podemos ver, a la par que nuestra magnificencia
cae de nuestros ojos, que fueron y son nuestra ignorancia y orgullo la
única tontería en nuestro cosmos.
No
podíamos entender una totalidad tan tejida, y entonces trajimos hacia
nosotros esta medicina brutal, sin sentido y sin alma. Llenos de
asombro, ahora podemos entender por primera vez que la naturaleza es
ordenada (ya sabíamos eso) y que cada cosa que ocurre en la naturaleza
tiene un significado, aún en el marco del todo, y que los eventos que
llamamos enfermedades no son alteraciones que tengan que ser reparadas
por aprendices de hechiceros. Podemos ver que nada es falto de
significado, maligno o enfermo.
© Dr en Medicina. Magister en Teología. Ryke Geerd Hamer
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