Watzlawick,
Weakland y fisch (1974) , que han estudiado la negación sobre todo en el
ámbito de la terapia familiar, se refieren a ella en los siguientes
terminos: " Un modo de abordar erróneamente un problema reside en
comportarse como si tal problema no existiera, es decir aplicar como
solución la negación del problema.
De ello se derivan dos
consecuencias:
a) el reconocimiento del problema es considerado como
manifestación de locura o maldad y
b) el problema que exige cambio se
complica crecientemente por los problemas creados por el erróneo modo de
abordarlo", (pag. 68).
las
personas que usan la negación (también la evitación) como forma de
afrontamiento experimentan un mayor alivio emocional en la primera
situación amenazante, pero pagan por ello, manifestando una
vulnerabilidad continuada en las siguientes.
La negación
consiste en la invalidación de una parte de información desagradable o
no deseada y en vivir la propia vida como si aquella no existiera.
Es un mecanismo de defensa que los psicoanalistas relacionan
fundamentalmente con la depresión, pero es apreciable en otras
patologías, la ansiedad entre ellas, y aún en la vida cotidiana. La
persistente negativa a verse influido por las evidencias de la realidad
también es un indicativo de que el mecanismo de la negación está
funcionando. La negación en el contexto de la enfermedad no se considera
efectiva, ya que el individuo deja de desarrollar un afrontamiento
apropiado (p.e. buscar atención necesaria).
Janis (1958) en un trabajo sobre los "procesos de preocupación" centra su investigación en el hecho de que las
personas que usan la negación (también la evitación) como forma de
afrontamiento experimentan un mayor alivio emocional en la primera
situación amenazante, pero pagan por ello, manifestando una
vulnerabilidad continuada en las siguientes.
Por otro lado la gente
que se enfrenta a la amenaza de forma vigilante, resulta más trastornada
al principio, pero en las ocasiones siguientes experimenta menor
trastorno, puesto que se halla mejor preparada para dominar las demandas
de la situación. En los estudios de Janis, los pacientes que mostraban
poca o nula aprensión antes de la intervención quirúrgica, presentaron
mayores trastornos post-operatorios que los pacientes que habían
mostrado el normal grado de vigilancia y ansiedad antes de ser
intervenidos.
Wolf y colaboradores (1964), probaron que los
padres de niños leucémicos que se defendían de la dolorosa realidad
mediante mecanismos psicológicos de negación excretaban menos 17-OCHS
que los padres que asumían los hechos tal y como eran.
Breznitz
(1983) que ha realizado un extenso estudio sobre la negación y los
procesos de afrontamiento que la integran, señala que el uso de cualquier forma de negación implica falta de esperanza en poder cambiar la situación objetiva.
En este sentido la teoría de la indefensión aprendida (Seligman 1975)
ha servido para poner en evidencia los múltiples efectos del fracaso
adaptativo.
Watzlawick, Weakland y fisch (1974) , que han
estudiado la negación sobre todo en el ámbito de la terapia familiar, se
refieren a ella en los siguientes terminos: " Un modo de abordar
erróneamente un problema reside en comportarse como si tal problema no
existiera, es decir aplicar como solución la negación del problema.
De ello se derivan dos consecuencias: a) el reconocimiento del problema
es considerado como manifestación de locura o maldad y b) el problema
que exige cambio se complica crecientemente por los problemas creados
por el erróneo modo de abordarlo", (pag. 68).
Marks (1987) por su parte señala que la negación puede ser un obstáculo para que la exposición funcione:
tenemos multitud de puertas (la negación entre ellas) que impiden que
las experiencias desagradables se hagan conscientes. Tales puertas nos
protegen de una posible sobrecarga y nos permiten seguir funcionando
manteniendo la activación en unos niveles que energizan más bien que
paralizan. Para que la exposición funcione, la mayoría de dichas puertas
deben abrirse, de modo que la experiencia de miedo sobrepase todas
nuestras defensas haciéndose así posible la conciencia de la emoción, el
procesamiento de esta y a partir de cierto punto su habituación. Los
resultados experimentales empiezan a dar soporte a la idea de que la
implicación en la exposición es mejor que la disociación durante la
misma.
En suma, la negación, como tantas otras estrategias de afrontamiento, no puede calificarse como inherentemente buena o mala. Debe tenerse en cuenta el contexto y sobre todo desarrollar principios que especifiquen las condiciones bajo las cuales los procesos de negación pueden tener consecuencias favorables o desfavorables. Lazarus y Folkman (1984) ofrecen las siguientes consideraciones:
1.
Cuando no hay nada constructivo que pueda hacerse para vencer el daño o
la amenaza; es decir, cuando no existe una acción directa importante,
los procesos de negación contienen el potencial necesario para aliviar
el grado de trastorno producido por la situación, sin alterar el
funcionamiento del individuo o producir daño adicional.
2. La
negación puede ser adaptativa con respecto a determinados aspectos de la
situación, pero no en su totalidad. Los pacientes que sufren diabetes
pueden negar la gravedad de la situación siempre y cuando continúen
atentos a su dieta, a su nivel de actividad y a la dosis de insulina.
3.
S. Miller (1980) señala que en situaciones sujetas a cambio -es decir,
que pasen de incontrolables a controlables- , la estrategia óptima puede
ser aquella que reduzca la activación sin impedir por completo el
procesamiento de la información externa referida a la amenaza. Sin
embargo, en las situaciones crónicamente incontrolables (e
incambiables), la estrategia a elegir puede ser aquella que reduzca de
forma efectiva tanto el nivel de arousal como el procesamiento
concomitante de la información captada del entorno.
4. La
cronología de la negación como proceso de afrontamiento puede ser una
cuestión de importancia. La negación puede resultar menos perjudicial y
más afectiva en las primeras fases de una crisis, por ejemplo, en una
enfermedad súbita, en una incapacitación o en la pérdida de un ser
querido; es decir, cuando la situación ya no puede afrontarse en su
totalidad, más que en fases posteriores.
REFERENCIAS
BREZNITZ, S. (Ed.) (1983). The denial of stress. Nueva York: International Universities Press.
JANIS, I. L. (1958). Psychological Stress: Psychoanalytic and behavioral studies of surgical patients. Nueva York. Wiley.
LAZARUS,
R. S., y FOLKMAN, S. (1984). Stress, Appraisal and Coping. Nueva York:
Springer Publishing Company, Inc. Ed. Española (1986): Estrés y procesos
cognitivos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.
MARKS, I. M. (1987).
Fears, phobias, and rituals. Oxford University Press, Inc. Ed. Española
(1991): Miedos, fobias y rituales. 1. Los mecanismos de la ansiedad.
Barcelona: Martínez Roca, S. A.
MARKS, I. M. (1987). Fears,
phobias, and rituals. Oxford University Press, Inc. Ed. Española (1991):
Miedos, fobias y rituales. 2. Clínica y tratamientos. Barcelona:
Martínez Roca, S. A.
MILLER, S. M. (1980). When is a little
information a dangerous thing? Coping with stressful events by
monitoring vs. Blunting. En S. Levine y H. Ursin /Eds.). Coping and
health. Nueva York: Plenum.
SELIGMAN, M. E. P. (1975).
Helplessness. San Francisco: W. H. Freeman. Traducción (1981):
Indefensión. En la depresión, el desarrollo y la muerte. Madrid: Debate.
WATZLAWICK,
P., WEAKLAND, J. H., y FISCH, R. (1974). Change, Principles of Problem
Formation and Problem Resolution. Nueva York: W. W. Norton, Inc. Ed.
Española (1976): Cambio. Formación y solución de los problemas humanos.
Barcelona: Herder, S. A.
__________
Fuente: Baeza Villarroel, J.C. (1994) ISBN: 84-490-0131-5. Clinica de la Ansiedad.
La
evitación de la situación que provoca ansiedad es una de las respuestas
más comunes para intentar regularla. Es más fácil de ejercer frente a
estímulos exteriores o ambientales que ante estímulos internos o de
valoración social.El estudio experimental de la evitación ha
ocupado un lugar central en la investigación de la ansiedad desde los
paradigmas operante y respondiente. Se entiende , básicamente, como un
modo de controlar las condiciones aversivas del medio.
Por lo
que se refiere al sostenimiento de la ansiedad, la evitación opera de
dos maneras: impidiendo que se establezcan la habituación y la extinción
( al no comprobarse la inocuidad del estímulo tenido por aversivo).
En estos casos ,y en este sentido, la evitación puede considerarse en
sí misma una estrategia de afrontamiento espontaneo contraproducente, ya
que si ocasionalmente impide un incremento puntual de la ansiedad, lo
que hace en realidad es contribuir a su sostenimiento y perpetuación.
No
obstante hay un tercer factor, en absoluto desconsiderable, que
contribuye a que la evitación pueda provocar efectos contraproducentes: La
evitación de las situaciones que generan ansiedad implica la renuncia a
planes e intereses ,o la pérdida de condiciones, que pueden ser
importantes para el sujeto, lo que a su vez es fuente de ansiedad.
En estos casos cabe la pregunta de, dada la exposición, hasta donde la
reducción de la ansiedad se produce por los procesos de habituación y o
extinción, y hasta donde por la continuidad de los programas de acción
en curso o la preservación del "Status quo" amenazados.
Marks(
1981,1987) ha realizado magníficos y extensos trabajos y revisiones
sobre el tema de la exposición a situaciones temidas como procedimiento
terapéutico en los trastornos por ansiedad, hasta el punto de haberlos
convertido en los tratamientos más extendidos en el campo de las
terapias conductuales.
Algunas referencias para saber más
MARKS,
I. (1981). Cure and Care of Neorosis. New York: John Wiley and Sons,
Inc. Ed. Española (1986): Tratamiento de la Neurosis. Barcelona:
Martínez Roca, S. A.
MARKS, I. M. (1987). Fears, phobias, and
rituals. Oxford University Press, Inc. Ed. Española (1991): Miedos,
fobias y rituales. 1. Los mecanismos de la ansiedad. Barcelona: Martínez
Roca, S. A.
MARKS, I. M. (1987). Fears, phobias, and rituals.
Oxford University Press, Inc. Ed. Española (1991): Miedos, fobias y
rituales. 2. Clínica y tratamientos. Barcelona: Martínez Roca, S. A.
__________
Fuente: Baeza Villarroel, J.C. (1994) ISBN: 84-490-0131-5. Clinica de la Ansiedad.
Un entrenador enseña lo que sabe...un MAESTRO transmite lo que es.
Vistas de página en total
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lecturas para DESPERTAR
- Desarrolla tu Cerebro De Joe Dispenza
- Diabetes ¡Nunca Más¡ Andreas Moritz
- El Plan de Tu Alma - Robert Schwartz
- El Proceso de la Presencia Michael Brown
- El Secreto de Adan Guillermo Ferrara
- El Secreto de Eva de Guillermo Ferrara
- El asombroso poder de la gratitud Joe Vitale
- El añillo Atlante De Jose Luis Arguix
- El cáncer no es una enfermedad Andreas Moritz
- El poder de ahora de ECKHART TOLLE
- La reconexión Eric Pearl
- Los 4 acuerdos Miguel Rúiz
- Los Secretos Eternos de la Salud De Andreas Moritz
- Muchas vidas muchos maestros BRIAN WEISS
- Relajación y Energía Antonio Blay
No hay comentarios:
Publicar un comentario